La Administración Federal de Aviación (FAA) ha sido objeto de críticas tanto del Congreso como de la industria espacial por la implementación de sus nuevas regulaciones de licencias de lanzamiento espacial, conocidas como Parte 450, que según los críticos están sofocando la competitividad estadounidense en el espacio.

En una audiencia del Comité de Ciencia de la Cámara de Representantes el 10 de septiembre, los funcionarios de la industria expresaron su preocupación por el hecho de que las regulaciones, destinadas a agilizar el proceso de licencias, están creando en cambio retrasos y desafíos significativos para las empresas que buscan permisos de lanzamiento.

“La forma en que se está implementando hoy ha causado graves retrasos en las licencias, confusión y está poniendo en peligro nuestra posición de liderazgo de larga data”, dijo Dave Cavossa, presidente de la Federación de Vuelos Espaciales Comerciales. Citó el largo proceso de “pre-aplicación” con la FAA, donde las empresas se encuentran atrapadas en un ida y vuelta con la agencia para determinar cómo cumplir con los requisitos basados en el rendimiento sin una guía suficiente.

“Este proceso está tomando años”, argumentó Cavossa. “Tenemos un régimen de licencias con falta de certeza, falta de transparencia y retrasos significativos”, agregó Pamela Meredith, presidenta del grupo de práctica de derecho espacial de KMA Zuckert LLC.

Los miembros del Congreso de ambos partidos se hicieron eco de estas preocupaciones. El representante Brian Babin (R-Texas), presidente del subcomité, expresó su preocupación por las implicaciones para el programa Artemis de la NASA, ya que se requieren licencias comerciales para los módulos de aterrizaje del Sistema de Aterrizaje Humano desarrollados por SpaceX y Blue Origin. “Temo que a este ritmo el Partido Comunista lanzará taikonautas a la luna mientras que la industria estadounidense permanece atada a la Tierra con burocracia”, declaró Babin.

Si bien la FAA reconoce los desafíos, mantiene que está trabajando para abordarlos a través de circulares de asesoramiento, talleres y un aumento del personal dedicado a las licencias. La agencia también está estableciendo un comité de reglamentación aeroespacial para explorar mejoras al proceso de la Parte 450.

Sin embargo, empresas como SpaceX, que ha encontrado retrasos significativos en la obtención de una licencia de lanzamiento para su vehículo Starship, siguen siendo críticas. “Los vehículos Starship y Super Heavy para el Vuelo 5 han estado listos para el lanzamiento desde la primera semana de agosto”, declaró la empresa en su sitio web. “Esto es un retraso de más de dos meses con respecto a la fecha comunicada previamente de mediados de septiembre”.

SpaceX atribuye el retraso a un “análisis ambiental superfluo” y un cambio en la ubicación del amerizaje para la interetapa. “Los cuatro problemas ambientales abiertos son ilustrativos de las dificultades que enfrentan las empresas de lanzamiento en el entorno regulatorio actual para las licencias de lanzamiento y reingreso”, dijo SpaceX.

Las preocupaciones planteadas por la industria espacial y el Congreso resaltan la necesidad crítica de que la FAA aborde los problemas de implementación de la Parte 450. Si no lo hace, podría obstaculizar aún más la competitividad estadounidense en el sector espacial en rápida evolución.