La industria espacial está experimentando una transformación con el auge de plataformas satelitales modulares y estandarizadas diseñadas para múltiples misiones. Este cambio desafía el enfoque tradicional de integración vertical, lo que genera un debate sobre la forma más eficiente de gestionar los costes y el rendimiento. En el SmallSat Symposium en Silicon Valley, los fabricantes debatieron los méritos de controlar toda la cadena de suministro frente a aprovechar una red diversa de proveedores.

Empresas como SpaceX y Rocket Lab están comprometidas con la producción interna para un control más estricto. Sin embargo, otras, como Airbus, están adoptando una estrategia de utilizar una base de suministro diversa para equilibrar la estandarización con la flexibilidad. Debra Facktor, directora de Airbus U.S. Space Systems, declaró: “Deliberadamente hicimos un cambio en la estrategia de [construir] mucho de uno a tener una base común que pudiera usarse para múltiples misiones”. Este enfoque permite a Airbus beneficiarse de la experiencia especializada y los avances tecnológicos de sus proveedores, fomentando la resiliencia dentro de la cadena de suministro.

Viktor Danchev, director de tecnología de EnduroSat, destacó las complejidades de la integración vertical para naves espaciales multimisión. Señaló que “se vuelve mucho más complejo cuando se tienen diferentes naves espaciales, y especialmente si se intenta la multimisión”, y que una inversión inicial significativa puede obstaculizar la rentabilidad. Brad King, CEO de Orbion Space Technology, ofreció una perspectiva matizada sobre el éxito de SpaceX, sugiriendo que su integración vertical fue en gran medida una respuesta a las limitaciones de la cadena de suministro de la industria espacial temprana en lugar de una ventaja inherente. Añadió: “La mayoría de las integraciones verticales son el resultado de haber sido perjudicado por un proveedor… pero no creo que sea una virtud en sí misma.”

El cambio hacia naves espaciales multimisión, habilitado por buses satelitales configurables, permite a los clientes seleccionar solo las capacidades necesarias, acelerando el tiempo hasta la órbita. La evolución de las capacidades de lanzamiento y la miniaturización tecnológica también han reducido la necesidad de que cada satélite lleve múltiples cargas útiles. Facktor enfatizó este cambio, afirmando: “En el pasado, cuando teníamos opciones de lanzamiento limitadas, tenías una oportunidad para lanzar… ibas a poner todas las cargas útiles posibles que se te ocurrieran porque podrías no tener otra oportunidad”. Esta flexibilidad permite a los operadores de satélites crear flotas optimizadas utilizando una combinación de naves espaciales especializadas y multimisión.