Firefly Aerospace ha presentado su documentación para salir a bolsa, con el objetivo de recaudar capital a través de una oferta pública inicial (OPI) en el Nasdaq Global Market bajo el símbolo bursátil FLY. El Form S-1 presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. no especifica el número de acciones ni su precio, ni tampoco detalla un calendario para la OPI. Sin embargo, revela que después de la OPI, Firefly será una “compañía controlada”, con AE Industrial Partners manteniendo una participación mayoritaria.

Desde el punto de vista financiero, Firefly reportó un fuerte crecimiento de ingresos en 2024, alcanzando los 60,8 millones de dólares, frente a los 55,2 millones de dólares de 2023. A pesar de esto, la empresa también experimentó un aumento de las pérdidas netas, alcanzando los 231,1 millones de dólares en 2024, en comparación con los 135,5 millones de dólares del año anterior. El primer trimestre de 2025 mostró un aumento significativo de los ingresos a 55,9 millones de dólares, en gran parte debido a los pagos por hitos del exitoso aterrizaje de su módulo de aterrizaje Blue Ghost 1 en marzo. Sin embargo, este aumento no compensó las pérdidas, con una pérdida neta de 60,1 millones de dólares reportada para el trimestre. “Tenemos una cantidad sustancial de deuda y podemos incurrir en deuda adicional en el futuro”, reconoció Firefly en su presentación. La deuda total asciende a 173,6 millones de dólares, incluyendo una línea de crédito de 136,1 millones de dólares.

Firefly tiene la intención de utilizar los ingresos de la OPI para pagar préstamos y dividendos de acciones preferentes, y los fondos restantes se destinarán al capital de trabajo y a gastos generales de la empresa. La empresa destaca su doble función como desarrolladora de vehículos de lanzamiento (Alpha y el vehículo de lanzamiento medio Eclipse desarrollado con Northrop Grumman) y de naves espaciales (incluido el módulo de aterrizaje Blue Ghost y la nave espacial Elytra). En 2024, el negocio de lanzamientos generó 22,6 millones de dólares en ingresos, mientras que el negocio de naves espaciales contribuyó con 38,2 millones de dólares. Si bien el S-1 no ofrece proyecciones financieras más allá de 2024, señala una cartera de pedidos de 1.100 millones de dólares. Notablemente ausente de la presentación es la mención del fallo del lanzamiento del Alpha el 29 de abril, donde un problema de separación de etapas impidió la entrada en órbita.

La OPI de Firefly sigue una tendencia de empresas aeroespaciales que optan por OPI tradicionales en lugar de fusiones con SPAC, una estrategia que ha demostrado ser menos exitosa en los últimos años. Karman Space and Defense, que salió a bolsa en febrero, recaudó más de 500 millones de dólares. Voyager Technologies, que salió a bolsa el 11 de junio, recaudó 383 millones de dólares para sus proyectos de estación espacial comercial Starlab y sistema de defensa antimisiles Golden Dome. Sus acciones, inicialmente cotizadas a 31 dólares, cerraron a 41,82 dólares el 11 de julio.