Radian Aerospace, con miras al desarrollo a largo plazo de aviones espaciales, está priorizando la creación de un vehículo de reentrada. Este vehículo, el Radian Reusable Reentry Vehicle (R3V), servirá como demostrador tecnológico y plataforma para aplicaciones de pruebas hipersónicas. La compañía con sede en Seattle anunció sus planes el 29 de abril.

El R3V está diseñado para pruebas hipersónicas o para devolver cargas útiles desde el espacio, proporcionando simultáneamente a Radian una valiosa experiencia de vuelo en tecnologías cruciales para su futuro avión espacial Radian One. Livingston Holder, director de tecnología de Radian, explicó en una entrevista que la compañía buscó métodos efectivos para probar Dur-E-Therm, el sistema de protección térmica que se está desarrollando para Radian One. Recientemente se realizaron pruebas de laboratorio en el Centro de Investigación Glenn de la NASA. “Pero, las pruebas en un entorno no de vuelo solo te llevan hasta cierto punto, así que estábamos ideando cómo probarlo en un entorno más relevante”, afirmó Holder. Esta necesidad condujo al desarrollo del R3V.

Con una altura de poco menos de dos metros, se prevé que el R3V se lance en un vehículo de lanzamiento de clase pequeña o mediana, siguiendo una trayectoria suborbital para las pruebas de reentrada. El diseño del vehículo permite su recuperación y reutilización. “Eso en realidad contribuiría en gran medida a ayudar a la comunidad de la hipersónica a reducir el costo de sus sistemas de desarrollo de tecnología en vuelo, además de madurar nuestras propias tecnologías”, dijo Holder. “Entonces, terminó resolviendo una serie de necesidades independientes”.

Radian considera el R3V como un activo de doble propósito: probar la tecnología para Radian One y generar ingresos tempranos ofreciendo sus servicios a clientes interesados en pruebas hipersónicas. Holder confirmó expresiones de interés de entidades gubernamentales y comerciales. “Creemos que cuanto más rápido podamos implementar esto, más confianza tendrán las personas en inscribirse”, señaló. La compañía apunta a un primer vuelo tan pronto como en 2026, un objetivo que Holder reconoce como ambicioso.

El sistema de propulsión del R3V también permite aplicaciones orbitales. “Si alguien quiere volar un experimento que tenga una vida útil más larga en gravedad cero, podríamos volar ese experimento y devolvérselo con relativa rapidez”, agregó Holder. El desarrollo del R3V se realizará simultáneamente con el Radian One. El otoño pasado, la compañía inició pruebas en un vehículo prototipo, PFV01, incluidos vuelos en Abu Dhabi para evaluar el manejo del despegue y el aterrizaje. Se está desarrollando un segundo prototipo, que incorpora las lecciones aprendidas del PFV01 y otras pruebas. “Tener algo que vuele antes genera entusiasmo en el equipo, y aprendemos más rápido de esa manera”, dijo Holder, enfatizando el enfoque de desarrollo paralelo. “Simplemente nos da la oportunidad de incorporar nuestros aprendizajes en el sistema más grande, lo que debería ser una actividad de reducción de riesgos para ese sistema más grande, no solo desde el punto de vista tecnológico, sino también desde el punto de vista de la integración”.