¿Recuerda el entusiasmo que rodeó el lanzamiento de la televisión en HD? Las emisoras estaban ansiosas por mostrar sus avances. Los noticieros locales destacaban constantemente sus transmisiones en alta definición, a menudo contrastándolas con las de la competencia. Los logotipos de las estaciones se actualizaron con iconos de HD prominentes, y las secuencias de apertura proclamaban con orgullo el estado de HD. Una promoción de 2006 de WNBC, por ejemplo, se jactaba de ser la primera en Nueva York con radar Doppler en vivo y un helicóptero de noticias diario, culminando con la declaración de ser "la primera y única estación en traerle las noticias en alta definición". El lema subrayaba la experiencia: "son noticias como nunca las ha visto antes". Así es como se comercializaban las mejoras tecnológicas: visualmente, audiblemente y con un sentido de exclusividad.
Ahora, con ATSC 3.0 – una tecnología preparada para revolucionar la entrega de contenido de forma muy parecida a como lo hizo HD – las emisoras están notablemente calladas. Datos de Pearl TV revelan que solo se han vendido 15 millones de televisores habilitados para ATSC 3.0, y la Consumer Technology Association proyecta apenas 5 millones más en 2025. Esta es una cifra pequeña en una nación con 125 millones de hogares con televisión. ¿Por qué este silencio? Parece que el enfoque ha cambiado de vender beneficios a construir estructuras internas.
La FCC se ha movido para facilitar las regulaciones para ATSC 3.0. El Chairman Brendan Carr declaró que “las emisoras locales tienen conocimientos únicos sobre lo que funciona mejor en sus comunidades” y que las nuevas reglas “pondrán más poder y flexibilidad en manos de esas emisoras”. Sin embargo, la flexibilidad es inútil sin articular claramente los beneficios al público. ATSC 3.0 ofrece 4K Ultra HD con HDR, audio Dolby inmersivo, mejor fuerza de señal y características interactivas que recuerdan al streaming. La inserción dinámica de anuncios, la integración programática y el potencial de transformar las torres de televisión en redes de datos regionales ofrecen nuevas vías de monetización. Estos avances deberían celebrarse, pero, según se informa, las emisoras están instando a la FCC a que exija la compatibilidad con ATSC 3.0 en los televisores.
Si bien la encuesta de RTDNA/Syracuse indica un aumento en la adopción de la IA entre los directores de noticias (32.6%, frente al 26.6%), la adopción de NextGen TV ha disminuido. Solo el 18.3% de los directores de noticias de televisión informaron que participan en NextGen TV, una disminución con respecto a años anteriores. Este estancamiento se debe en parte a los debates en torno a la DRM y el futuro de las ondas públicas. Los datos de Rabbit Ears muestran que la DRM habilitada en las transmisiones de ATSC 3.0 es más frecuente de lo esperado, lo que afecta a una parte importante de los mercados. Los consumidores que invierten en hardware ATSC 3.0 podrían verse excluidos de los canales disponibles a través de ATSC 1.0, un escenario que contradice la visión inicial de la Comisión.
La Comisión había anticipado que la programación sería “recibida por todos los miembros del público” y que “no requeriría un acuerdo contractual privado entre la emisora y los espectadores”, y que “las transmisiones de ATSC 3.0 serán eventualmente recibidas en los televisores convencionales”.
La National Association of Broadcasters (NAB) reconoce la transición a ATSC 3.0 como esencial debido a las presiones competitivas de los servicios de streaming. Sin embargo, ser esencial no garantiza la inevitabilidad, especialmente si las audiencias se sienten alienadas. La NAB propuso plazos para la transición, pero la FCC optó por un enfoque voluntario, permitiendo que las fuerzas del mercado y las condiciones locales guíen la adopción. Este enfoque enfrenta desafíos, particularmente con los fabricantes de televisores de menor costo que a menudo excluyen ATSC 3.0, y las marcas más grandes como Samsung y LG reduciendo o eliminando el soporte. Esto crea un problema circular que las transiciones voluntarias tienen dificultades para superar.
La adopción exitosa de la tecnología se basa en beneficios convincentes que impulsan la demanda del consumidor. Las emisoras deben reevaluar sus prioridades. ¿Se trata realmente ATSC 3.0 sobre el futuro de la televisión local, o se trata principalmente de aprovechar el espectro de transmisión para la entrega de datos? Las capacidades de transmisión de datos de la tecnología podrían eclipsar potencialmente los ingresos tradicionales de la televisión, transformando las estaciones locales en proveedores de datos inalámbricos. Quizás las preocupaciones sobre la adopción por parte del consumidor sean una distracción del verdadero objetivo.
Si las emisoras están genuinamente comprometidas con la televisión, necesitan involucrar a los espectadores de manera diferente. Imagine noticieros personalizados, programación hiperlocal y alertas de emergencia precisas entregadas a través de la infraestructura IP de NextGen TV. El problema es la conciencia. Las emisoras deben demostrar el valor del contenido local en 4K y el clima interactivo. Deberían invertir en sintonizadores asequibles, crear canales de demostración y colaborar con entidades locales para producir contenido innovador. Además, es necesaria una definición clara de su negocio principal: entrega de datos o televisión.
ATSC 3.0 ofrece oportunidades sin precedentes para remodelar los medios locales, pero esto requiere visión, compromiso y una comprensión profunda de las necesidades de la comunidad. Las emisoras se están quedando cortas actualmente. La flexibilidad de la FCC no tiene sentido si las emisoras no pueden comunicar el valor de NextGen TV. Existe la preocupación de que la falta de asequibilidad y conciencia pueda limitar el acceso a un recurso público vital. Se está acabando el tiempo para que la industria corrija el rumbo. El futuro de ATSC 3.0 depende de si las emisoras priorizan servir a las comunidades por encima de simplemente monetizar el espectro.
Los cimientos regulatorios y tecnológicos están en su lugar. La única pregunta es si las emisoras los utilizarán para mejorar la televisión local o si cambiarán para convertirse en empresas de servicios de datos.

