SpaceNews ha anunciado los ganadores de su 8ª edición anual de los Premios Icono, que reconocen a individuos y programas que han influido profundamente en la trayectoria de la industria espacial durante el último año. Los premios, establecidos en 2017, celebran los logros sobresalientes en un sector donde los objetivos ambiciosos son la norma.

La ceremonia de entrega de premios tuvo lugar el 2 de diciembre en el Johns Hopkins University Bloomberg Center en Washington, D.C. Entre los homenajeados se encontraba Phil McAlister, reconocido por su papel en el fomento de asociaciones público-privadas que ahorraron a la NASA miles de millones de dólares. El trabajo de McAlister también ayudó a restaurar la capacidad de Estados Unidos para transportar astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional y estimuló una próspera industria nacional de transporte espacial comercial.

La defensa de McAlister de modelos de negocio no convencionales, en contraste con la contratación gubernamental tradicional, fue elogiada como un liderazgo visionario, aunque también suscitó críticas. Se unió a la NASA en 2005 después de una carrera de 20 años en el sector privado, ocupando puestos en Analytical Services Inc., TRW y Futron Corp. Estos antecedentes le permitieron estructurar asociaciones público-privadas con incentivos y hitos apropiados para las empresas e inversores participantes.

Un momento clave en la carrera de McAlister fue su servicio como secretario ejecutivo de la Review of United States Human Space Flight Plans Committee, liderado por el ex CEO de Lockheed Martin, Norm Augustine. Las conclusiones del comité de que el programa Constellation de la NASA estaba retrasado y superaba el presupuesto condujeron a un mayor énfasis en el sector espacial comercial, especialmente en la órbita terrestre baja.

"Estaba claro entonces, en 2010, que esta naciente industria espacial comercial era algo a lo que la NASA necesitaba dar más apoyo y potencialmente algunos contratos", dijo McAlister. "Ver eso me animó a decir: 'Esto realmente va a requerir un esfuerzo, pero valdrá la pena'".

McAlister también defendió la competencia dentro del Commercial Crew Program, abogando por la financiación tanto de Boeing como de SpaceX para desarrollar vehículos de transporte de astronautas. Esta decisión fue significativa, ya que muchos dentro de la NASA inicialmente veían a Boeing como la opción más fiable para poner fin a la dependencia de los vehículos Soyuz de Rusia.

Este artículo apareció por primera vez en la edición de diciembre de 2025 de la revista SpaceNews.