La industria espacial está dominada por SpaceX, creando un obstáculo significativo para los nuevos participantes. Los inversores y los ejecutivos de empresas emergentes recomiendan evitar la competencia directa, sugiriendo en cambio un enfoque en estrategias únicas. Meagan Crawford, fundadora y socia gerente de SpaceFund, declaró: “Sin ofender a las 183 empresas de lanzamiento que estoy rastreando en mi sitio web, eso no es el futuro de la industria espacial. La pregunta es, ¿qué se está lanzando?”

Las preocupaciones se amplifican por el destacado papel de Elon Musk en la administración Trump. Christopher Thein, director ejecutivo de EOI Space, señaló: “Si yo fuera un inversor, desconfiaría de cualquier empresa que fuera a competir con SpaceX, porque parece que hay una inclinación hacia eso en esta administración”. Sin embargo, Crawford agregó: “De todos modos, nadie va a competir con SpaceX”.

El panel enfatizó los riesgos de imitar la estrategia de integración vertical de SpaceX. Noel Rimalovski, director gerente de GH Partners, advirtió: “Si se opta por la integración vertical completa, básicamente se están consolidando todos los problemas de la industria en su propia casa”. Cuestionó la viabilidad, preguntando: “¿Tienen acceso infinito al capital?” Ari Juster, director de operaciones de Starfish Space, estuvo de acuerdo, destacando los importantes requisitos de capital.

Existen oportunidades en mercados adyacentes. Juster citó la exitosa ronda Serie C de $260 millones de Stoke Space para su vehículo de lanzamiento reutilizable, que apunta a un segmento de mercado diferente al de SpaceX. Esto refleja un repunte más amplio de la inversión, particularmente para rondas más grandes, después de un período de términos desafiantes y rondas de financiación a la baja.

Greg Smirin, presidente de Muon Space, describió su exitosa ronda Serie B, señalando la comprensión cambiante de la industria y el impacto persistente de las fusiones SPAC. Declaró: “Nuestra experiencia es que las SPAC no ayudan porque animan a las empresas que están bastante temprano en su vida a salir a bolsa”.

Si bien Peter Beck de Rocket Lab vio positivamente el auge anterior de las SPAC, el panel tuvo opiniones encontradas. Rimalovski comentó: “Siempre es malo cuando la gente recibe mucho dinero —y muchas veces las SPAC estaban recaudando cientos de millones de dólares— y no tienen mucho que mostrar y los inversores se queman. Los inversores necesitan tener un retorno de su capital para querer reinvertir en la industria”.

Crawford reconoció el papel del auge de las SPAC en el aumento de la conciencia e interés de los inversores, lo que llevó a la creación de ETF centrados en el espacio y grupos de discusión de acciones. Destacó la próxima salida a bolsa de Voyager Technologies como un desarrollo positivo, que podría animar a otras empresas establecidas a seguir una ruta de oferta pública más tradicional y revitalizar el ciclo de inversión.