Contrariamente a los rumores que circulan, Boeing ha negado firmemente los planes de retirarse del sector espacial. Michelle Parker, vicepresidenta de Boeing Space Mission Systems, declaró en la conferencia Satellite 2025: “Sé que ha habido alguna discusión al respecto, pero es fundamental para el negocio que dirijo, los satélites y el trabajo terrestre asociado. Estamos invirtiendo fuertemente en esta área. Esperamos ofrecer capacidades al cliente este año, el próximo año y mucho más allá”.

Esta tranquilidad sigue a un informe de octubre del Wall Street Journal que sugería que Boeing estaba explorando la venta de su división espacial responsable del CST-100 Starliner. Parker subrayó la sólida demanda de las ofertas de Boeing Space Mission Systems, que abarcan satélites comerciales y gubernamentales, junto con el avión espacial militar X-37B. Su división, con sede en El Segundo, California, supervisa Spectrolab (un fabricante de paneles solares) y Millennium Space Systems (un contratista de pequeños satélites).

Millennium Space Systems, tras un contrato de 414 millones de dólares de la Fuerza Espacial de EE. UU. para ocho satélites en el programa Foo Fighter, está expandiendo su capacidad de fabricación. “Duplicaremos esa capacidad a medida que sigan llegando los pedidos”, confirmó Parker. Otros proyectos incluyen la entrega de cinco satélites de comunicaciones O3b mPower adicionales para SES, un duodécimo satélite geoestacionario Wideband Global Satcom en virtud de un contrato de 439,6 millones de dólares, y seis satélites para la detección y el seguimiento de misiles balísticos/hipersónicos (contrato de la Fuerza Espacial de 386 millones de dólares).

Spectrolab está aumentando simultáneamente su producción de células solares para satisfacer la creciente demanda impulsada por el auge de la construcción de satélites. “Con todos los satélites que se están construyendo, aumenta la demanda de más células solares”, explicó Parker. “Buscamos aumentar la capacidad de Spectrolab y luego reducir el precio con la automatización”.

Si bien Boeing reportó una pérdida de 11.800 millones de dólares en 2024, con más de 500 millones de dólares atribuibles al programa Starliner, Parker destacó el éxito del plan estratégico de dos años de Boeing Space Mission Systems centrado en el aumento de la producción en toda su amplia cartera, desde satélites pequeños hasta grandes. “Estamos viendo los frutos de esos trabajos”, concluyó. Cabe señalar que Starliner y el Sistema de Lanzamiento Espacial pertenecen a una división de Boeing separada (Boeing Defense Space & Security), no a Boeing Space Mission Systems.