Capella Space, reconocida por sus imágenes satelitales SAR de alta resolución, está experimentando una transformación significativa. IonQ, una empresa de computación cuántica, adquirirá Capella en un acuerdo totalmente accionario valorado en casi $318 millones, que se espera que se cierre a finales de 2025. Capella seguirá operando como una subsidiaria, continuando con el desarrollo de su constelación de satélites.
El CEO de IonQ, Niccolo de Masi, explicó que esta adquisición es un paso fundamental en su ambición de establecer una red de distribución de claves cuánticas (QKD) basada en el espacio. La integración de los sensores espaciales de Capella con la infraestructura cuántica terrestre de IonQ creará un nuevo nivel de transmisión segura de datos. "Estamos aquí al 100% para apoyar el negocio existente de Capella", confirmó de Masi a SpaceNews. El plan incluye expandir la constelación SAR de Capella de cuatro a ocho satélites para el próximo año.
El CEO de Capella, Frank Backes, destacó el impacto de la adquisición en la solución de los desafíos clave dentro de la industria SAR: latencia, seguridad y capacidad. "En la industria SAR hay tres desafíos principales", declaró Backes. "Uno es la latencia, dos es la seguridad y tres es la capacidad. Y esta alianza con IonQ nos permite no solo adelantarnos a lo que está sucediendo en SAR en una de las tres áreas, sino que en realidad nos permite superar a todos en las tres categorías". El objetivo es entregar datos SAR en menos de 15 minutos, mejorando significativamente su utilidad para aplicaciones comerciales y de respuesta a emergencias.
Esta entrega acelerada de datos se habilitará mediante redes ópticas seguras, procesamiento de computadoras cuánticas y redes de datos de alta capacidad. La distribución de claves cuánticas (QKD), que utiliza la mecánica cuántica para el intercambio seguro de claves, es fundamental para esta visión. IonQ planea utilizar enlaces ópticos intersatelitales y detectores de fotones para implementar QKD en órbita. Backes enfatizó que están aprovechando las tecnologías terrestres existentes de IonQ para soluciones espaciales: "Estamos hablando de tecnologías que IonQ está ofreciendo hoy en tierra… y traeríamos esas mismas capacidades al espacio y resolveríamos los tres problemas más grandes de la observación de la Tierra que todo el mundo está intentando resolver."
Si bien la integración de enlaces ópticos intersatelitales está en marcha, persisten desafíos debido a problemas de producción con Mynaric. Sin embargo, el objetivo es establecer una transferencia de datos segura y de alta velocidad a través de una red encriptada cuánticamente en el espacio. Esta mayor seguridad y velocidad tienen implicaciones tanto para la seguridad nacional como para el comercio, lo que podría expandir el uso de SAR más allá de su enfoque actual militar e inteligencia. Backes declaró: "El consumo de SAR ha sido impulsado en gran medida por el ejército y la inteligencia durante mucho tiempo… Esta es una oportunidad para nosotros de cambiar la base del radar de apertura sintética en la forma en que se utiliza a nivel mundial."
El apoyo de IonQ va más allá de la inversión financiera, abarcando la expansión de Capella a nuevas capacidades de sensores como la inteligencia de señales. Esta fuerza combinada los posiciona como un actor importante en el mercado de servicios satelitales. Para Capella, esto no es simplemente una inyección financiera, sino un salto estratégico hacia un nuevo modelo de infraestructura espacial, que proporciona acceso a los mercados públicos y asegura su futuro. "Este es nuestro próximo salto… No todas las empresas espaciales llegan a este nivel. No todas las empresas espaciales lo logran", concluyó Backes.