La creciente cantidad de hardware espacial en la región entre la Tierra y la Luna, conocida como espacio cislunar, es motivo de preocupación entre los expertos. Advierten que incluso un evento de fragmentación puede tener consecuencias catastróficas para la futura exploración lunar, enfatizando la necesidad de herramientas efectivas de caracterización de residuos.

Los investigadores de la Universidad Purdue, Arly Black y Carolin Frueh, destacan la falta de conciencia del dominio espacial, especialmente a medida que la actividad cislunar se intensifica. A diferencia de la atmósfera de la Tierra, que limpia naturalmente los residuos orbitales, los fragmentos que orbitan la Luna permanecen atrapados en su gravedad. La investigación del equipo, publicada en Advances in Space Research, identifica varios problemas críticos.

Con la exploración lunar y cislunar multinacional ya en marcha, existe la necesidad de más conocimiento y modelado de las rupturas de naves espaciales en el entorno cislunar. Esto incluye comprender el comportamiento de misiones como los orbitadores y rovers lunares de China, el módulo de aterrizaje lunar Beresheet de Israel, el Chandrayaan-3 de la India, el CAPSTONE de la NASA y la empresa Artemis, que incluye el puesto de avanzada Gateway en NRHO.

Black y Frueh enfatizan la necesidad de predicciones integrales del comportamiento de la ruptura, considerando factores como el movimiento de la nave espacial, la presión de la radiación solar y las influencias gravitacionales. También señalan que la compleja dinámica del sistema Tierra-Luna hace que sea un desafío modelar escenarios de residuos.

Black destaca la creciente población cislunar y la importancia de adoptar un enfoque proactivo para el análisis de residuos antes de que ocurra un evento de fragmentación catastrófico. Frueh subraya el potencial de que los residuos impacten la Luna, la Tierra y los satélites. Los investigadores enfatizan que las fragmentaciones en la región cislunar no son una cuestión de "si", sino de "cuándo".

Citan el ejemplo de "Snoopy", un módulo lunar descartado de la misión Apolo 10, que fue expulsado a una órbita alrededor del Sol y luego identificado como un objeto que cruza la Tierra. Frueh enfatiza la importancia de la conciencia situacional espacial para retrasar el tiempo de tales eventos.