La transición de la Estación Espacial Internacional (ISS) a estaciones espaciales comerciales presenta desafíos y oportunidades significativas para la colaboración internacional. Pam Melroy, ex Subadministradora de la NASA, abordó recientemente la necesidad de una cooperación multilateral continua en un simposio de la Royal Aeronautical Society. Destacó la experiencia de la ISS, enfatizando el papel crucial de las relaciones establecidas y la confianza entre los socios internacionales.

Melroy enfatizó la importancia de mantener la coordinación multilateral, haciendo referencia al modelo ISS existente. "Todos todavía estamos observando y pensando", dijo sobre los planes para las estaciones comerciales. "Realmente se trata de confianza y de las relaciones. Lo bueno es que tenemos estas relaciones profundas con nuestros socios y estamos empezando a desarrollarlas con otros socios nuevos". Citó específicamente el valor de los consejos de alto nivel para las aprobaciones médicas y las decisiones arquitectónicas, sugiriendo que una estructura similar será necesaria para futuras empresas comerciales. Un aspecto crucial, señaló, es la necesidad de armonización del derecho espacial, dado que las entidades comerciales operan fuera del acuerdo intergubernamental actual de la ISS. "Hay trabajo por hacer. Habrá que armonizar el derecho espacial porque ahora tienes una entidad comercial", explicó. "¿Qué significa que un país vuele comercialmente a la estación espacial de otro país? Vamos a tener que averiguar cómo superar eso."

El cambio a estaciones comerciales plantea preocupaciones sobre el costo y el acceso. Algunos países dudan en pagar a empresas estadounidenses, prefiriendo utilizar recursos nacionales. Para abordar esto, empresas como Starlab Space están forjando acuerdos con socios internacionales, incluidos Airbus Defence and Space, Mitsubishi y MDA Space. Melroy también señaló la complejidad del acceso a la carga útil de la ISS, sugiriendo que un "instituto de microgravedad" centralizado podría optimizar las operaciones y potencialmente agrupar datos médicos, mientras se respeta la privacidad.

A pesar de los desafíos, Melroy se mantiene optimista: "Las señales son muy claras de que los socios quieren permanecer juntos en la órbita terrestre baja."