La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha anunciado la cancelación de su contrato de arrendamiento para las oficinas del Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS) en la ciudad de Nueva York. Esta decisión, comunicada en un correo electrónico del 24 de abril por Makenzie Lystrup, directora del Centro de Vuelo Espacial Goddard, resultará en el cierre de las oficinas del GISS ubicadas en un edificio de la Universidad de Columbia para el 31 de mayo.
El correo electrónico citó las revisiones en curso de los contratos de arrendamiento del gobierno como la razón para la terminación, aunque aún no se conocen más detalles. El GISS, parte de la división de ciencias de la Tierra de Goddard, ha tenido su sede en Nueva York desde su creación en 1961, estratégicamente ubicado cerca de universidades líderes. Su ubicación actual en Armstrong Hall data de finales de la década de 1960. El instituto, reconocido por su investigación y modelado de la ciencia del clima, está dirigido por Gavin Schmidt.
El contrato de arrendamiento abarcaba más de 4.000 metros cuadrados (43.000 pies cuadrados) y le costaba a la NASA 3,03 millones de dólares anuales. A pesar de la terminación del contrato de arrendamiento, la NASA asegura que el GISS no cerrará. Lystrup declaró que la agencia facilitará los acuerdos de trabajo remoto mientras busca una nueva ubicación permanente. "Y si bien el contrato de arrendamiento está terminando, la misión del Instituto continúa", agregó. "El trabajo del equipo del GISS se considera crítico para la División de Ciencias de la Tierra, particularmente a medida que la División mira hacia el futuro de su trabajo y capacidades de modelado."
Sin embargo, fuentes internas expresan preocupación por posibles recortes presupuestarios. Una propuesta reciente de la Oficina de Administración y Presupuesto sugiere recortar el presupuesto de ciencias de la Tierra de la NASA en más del 50%, reduciéndolo a aproximadamente 1.000 millones de dólares en el año fiscal 2026. Esta perspectiva alarmante proyecta una sombra sobre el futuro del GISS y sus importantes contribuciones a la investigación climática.