La Oficina de Administración de Personal (OPM) envió un correo electrónico a los empleados federales, incluidos los de la NASA, el 22 de febrero solicitando una lista de sus logros de la semana anterior. Esto siguió a una publicación en redes sociales de Elon Musk, donde declaró que la falta de respuesta se consideraría una renuncia. Sin embargo, el correo electrónico de la OPM no contenía esta amenaza.

La respuesta interna de la NASA inicialmente estuvo dividida. La Dirección de Misiones Científicas inicialmente alentó a los empleados a responder, viéndolo como una oportunidad para mostrar logros. Sin embargo, esto se revirtió más tarde, y se aconsejó a los empleados que esperaran más instrucciones.

Otras agencias, incluyendo el FBI y el Departamento de Estado, también instaron a los empleados a no responder inmediatamente. El Congreso también expresó su preocupación, y el representante Gerry Connolly declaró: “El despido caprichoso amenazado en la publicación del Sr. Musk es ilegal e inaceptable.”

Musk afirmó que el correo electrónico tenía como objetivo identificar empleados inexistentes o fallecidos que cobraban cheques de pago, pero no ofreció pruebas. El presidente Trump aparentemente apoyó las acciones de Musk. La NASA pospuso las ruedas de prensa planificadas sobre la Expedición 73 de la ISS y el lanzamiento Crew-10, sin ofrecer una explicación para el retraso.

Las ruedas de prensa planificadas estaban programadas originalmente para el 24 de febrero, pero se han reprogramado después de una revisión de preparación para el vuelo (7 de marzo) y después de la llegada del Crew-10 al Centro Espacial Kennedy.

Se espera que los funcionarios de la NASA participen en futuras ruedas de prensa relacionadas con la misión del módulo lunar IM-2 y las misiones SPHEREx/PUNCH. La situación sigue sin resolverse, destacando preocupaciones significativas sobre la autoridad, los derechos de los empleados y la seguridad de los datos dentro del gobierno federal.