La misión conjunta de la NASA y la ISRO NISAR, dedicada a la ciencia de la Tierra, está programada para su lanzamiento a finales de marzo de 2025, tras un retraso para las reparaciones de la antena. Gerald Bawden, científico del programa para la misión en la sede de la NASA, anunció el periodo de lanzamiento actualizado en la reunión anual de la American Geophysical Union el 11 de diciembre.

Originalmente programado para la primavera de 2024, el lanzamiento se pospuso en marzo debido a problemas con el reflector desplegable de 12 metros de la nave espacial. Los ingenieros descubrieron que el reflector se sobrecalentaría en órbita después del lanzamiento. Esto requirió el transporte de la antena de la India a California para su reparación.

La NASA completó estas reparaciones en octubre, devolviendo la antena a la India a través de un avión C-130. Si bien un periodo de lanzamiento entre octubre de 2024 y febrero de 2025 se consideró inadecuado debido a los patrones de luz solar y sombra orbitales, Bawden confirmó que el problema del reflector, descubierto durante las pruebas en cámara de vacío térmico, implicó "temperaturas más altas de las esperadas". La solución fue aplicar cinta reflectante a las varillas negras dentro del reflector. Bawden declaró: “Algunas de las temperaturas fueron más altas de lo que esperábamos”, y añadió: "Ahora estamos listos con NISAR. El hardware está completamente revisado."

La nave espacial se encuentra actualmente almacenada. Esto se debe en parte a la espera de que termine un periodo de eclipse el 8 de febrero, y en parte a que la plataforma de lanzamiento en el Centro Espacial Satish Dhawan de la India necesita ser renovada después del lanzamiento del satélite de navegación NVS-02, actualmente programado para mediados de enero. Bawden explicó: “Una vez que se lance, se necesitarán de seis a ocho semanas para renovar la plataforma de lanzamiento” antes de que NISAR pueda lanzarse. La misión apunta a un lanzamiento no antes de finales de marzo.

NISAR empleará radares de banda L y S para una cartografía global completa de la tierra y el hielo. La avanzada imagen de radar contribuirá a diversas aplicaciones de la ciencia de la Tierra, desde la medición de la velocidad de flujo de los glaciares hasta el seguimiento de la actividad volcánica. Bawden anticipa que las operaciones científicas comenzarán aproximadamente tres meses después del lanzamiento.

Esta misión significa una colaboración importante entre la NASA y la ISRO, con la NASA contribuyendo con más de $1000 millones a su desarrollo. La NASA proporciona el radar de banda L y la carga útil de ingeniería, mientras que la ISRO proporciona la carga útil de banda S, el bus de la nave espacial y el vehículo de lanzamiento GSLV.