En un desarrollo significativo para la defensa planetaria, la NASA ha elegido a SpaceX para lanzar su misión Near-Earth Object (NEO) Surveyor. La agencia anunció el 21 de febrero la adjudicación de una orden de trabajo, valorada en aproximadamente $100 millones, a través del contrato NASA Launch Services II. El lanzamiento, utilizando un cohete Falcon 9, está previsto para septiembre de 2027 desde una plataforma de lanzamiento en Florida.

NEO Surveyor se posicionará en el punto L-1 de Lagrange Tierra-Sol, aproximadamente a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección al Sol. Su instrumento principal, un telescopio de 50 centímetros de diámetro equipado con detectores infrarrojos, permitirá la detección y caracterización de objetos cercanos a la Tierra, determinando tanto sus órbitas como sus tamaños. El ambicioso objetivo de la misión es identificar dos tercios de los NEOs de al menos 140 metros de diámetro en cinco años, y un objetivo establecido por el Congreso del 90% de dichos objetos en 10 a 12 años.

Esta adjudicación del contrato sigue a la exitosa revisión crítica del diseño de la misión el 6 de febrero, allanando el camino para las siguientes fases de ensamblaje y pruebas. Actualmente, la carcasa del instrumento se encuentra sometida a rigurosas pruebas ambientales en el Centro Espacial Johnson. A finales de esta primavera, este y otros componentes de la nave espacial se integrarán en el Space Dynamics Lab en Utah para realizar más pruebas.

La urgencia de la detección de NEOs se puso de manifiesto recientemente con el asteroide 2024 YR4. Si bien los cálculos orbitales iniciales sugerían una pequeña pero no nula probabilidad de impacto en diciembre de 2032, observaciones posteriores redujeron significativamente el riesgo. Al 21 de febrero, el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Chorro calculó solo un 0,36% de probabilidad de impacto.