Thales Alenia Space e Hispasat han asegurado una financiación significativa para un proyecto revolucionario: una carga útil geoestacionaria que utiliza tecnología cuántica para distribuir claves de encriptación. Esta iniciativa de dos años, respaldada por €104 millones en fondos europeos de recuperación del COVID-19, creará la primera plataforma de distribución de claves cuánticas (QKD) que opere desde la órbita geoestacionaria (GEO).
El proyecto, conocido como QKD-GEO, se basa en trabajos anteriores en órbita terrestre baja (LEO), como el proyecto Eagle-1 liderado por SES (que actualmente apunta a un lanzamiento a finales de 2025/principios de 2026). QKD aprovecha las propiedades únicas de los fotones para generar claves de encriptación imposibles de interceptar sin detección. Cualquier intento de espionaje altera el estado cuántico de los fotones, haciendo que las claves sean inutilizables.
Si bien las redes terrestres de fibra óptica pueden distribuir claves cuánticas, su alcance está severamente limitado por la pérdida de señal. La tecnología actual tiene dificultades más allá de unos pocos cientos de kilómetros. Los satélites ofrecen una solución, ya que las señales experimentan mucha menos atenuación en el espacio libre. Un solo satélite geoestacionario a 36.786 kilómetros proporciona comunicación continua entre continentes sin un complejo seguimiento de la señal.
El CEO de Hispasat, Miguel Panduro, declaró: “el establecimiento de claves de encriptación a través de un protocolo cuántico va a representar un cambio de paradigma en las comunicaciones seguras del futuro, donde el espacio y los satélites se configurarán como la infraestructura ideal para su transmisión a largas distancias.” Hispasat, junto con Thales Alenia Space, realizó previamente un estudio de viabilidad para esta misión en 2022. El contrato QKD-GEO incluye el desarrollo del segmento terrestre asociado a la carga útil y planea alojar la carga útil en un satélite Hispasat.