Una SpaceX Falcon 9 etapa superior, lanzada el 1 de febrero desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, experimentó una reentrada incontrolada sobre Europa el 19 de febrero. La etapa superior, que transportaba 22 satélites Starlink, no pudo realizar una quema de desorbitación controlada debido a una fuga de oxígeno líquido. Esto provocó que los restos cayeran en Polonia, cerca de Poznań, causando daños menores.
SpaceX confirmó la fuga en un comunicado, explicando que "Durante la fase de costa de esta misión Starlink, se produjo una pequeña fuga de oxígeno líquido, que finalmente provocó velocidades de la estructura del vehículo más altas de lo esperado". La compañía inactivó la etapa superior para evitar más problemas.
Este es el tercer incidente de este tipo que involucra una etapa superior del Falcon 9 en un corto período. Un lanzamiento de julio de 2024 experimentó una fuga similar, lo que impidió una quema de circularización y provocó la reentrada prematura de los satélites Starlink. Un lanzamiento en septiembre tuvo una "quema de desorbitación no nominal", que resultó en una reentrada fuera de la zona designada. Estos incidentes, junto con una falla en el aterrizaje del propulsor, generaron preocupación por parte del Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial.
“Cuando se observan estos incidentes recientes durante las últimas semanas, uno puede decir que es evidente que operar de manera segura requiere una atención significativa a los detalles a medida que el hardware envejece y el ritmo de las operaciones aumenta”, señaló Kent Rominger, un ex astronauta y miembro del panel.
SpaceX asegura que las investigaciones están en curso: “Los equipos están evaluando activamente la causa raíz de la fuente de la fuga y ya han implementado medidas de mitigación para vuelos futuros”, declaró la compañía. A pesar del incidente, SpaceX no ha suspendido sus operaciones de lanzamiento.