La Casa Blanca ha decidido sorprendentemente mantener el Consejo Nacional del Espacio (National Space Council), una medida que, según los funcionarios de la industria espacial, proporcionará una defensa crucial para los programas espaciales en medio de importantes presiones presupuestarias. Esto sucede después de semanas de especulaciones de que el consejo sería disuelto bajo la nueva administración Trump, una afirmación inicialmente reportada por Politico.
Una fuente cercana a las conversaciones, hablando bajo condición de anonimato, confirmó que el Presidente Trump aprobó la continuación del consejo durante una reunión el 5 de mayo. Sin embargo, el anuncio y la selección de un secretario ejecutivo para gestionar las operaciones diarias aún no se han programado formalmente, aunque el proceso de selección está en marcha.
El consejo, inactivo durante casi 25 años, fue restablecido por la administración Trump en 2017 bajo el vicepresidente Mike Pence. Sirvió como coordinador interinstitucional, celebró reuniones públicas y dio forma a las políticas espaciales. Si bien la administración Biden continuó con el consejo bajo la vicepresidenta Kamala Harris, su nivel de actividad se redujo notablemente.
Los informes iniciales sugerían que la nueva administración Trump planeaba descontinuar el consejo, sin nuevos anuncios de personal. Hubo informes de que Elon Musk, CEO de SpaceX y asesor presidencial, se oponía al consejo, considerándolo redundante. El vicepresidente JD Vance, el futuro presidente del consejo, ha mantenido un silencio considerable sobre temas relacionados con el espacio.
Las razones del cambio de opinión no están claras, aunque la declaración pública de Musk sobre la reducción de su participación en el gobierno puede ser un factor. Muchos en la comunidad espacial ven la reactivación como un desarrollo positivo, especialmente considerando el recorte de casi el 25% propuesto para el presupuesto de la NASA en la propuesta para el año fiscal 2026. Un funcionario de la industria señaló que los recortes presupuestarios fueron propuestos por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) sin el contrapeso del consejo espacial.
“Después de que el consejo espacial esté en funcionamiento, la OMB tendrá un asiento en la mesa, pero no será dueña de la mesa”, declaró la fuente, haciendo referencia a los presupuestos de la NASA comparativamente mayores durante el primer mandato de Trump. La presencia del consejo podría alterar significativamente el resultado de las futuras negociaciones presupuestarias.