El presidente Trump ha confirmado su interés en una misión humana a Marte, pero enfatizó que no es su principal prioridad. Esta declaración sigue a comentarios anteriores que apoyaban una misión a Marte en su discurso inaugural y un discurso ante el Congreso. En una entrevista con Fox News, declaró: “Hay mucho interés en ir a Marte”, pero agregó: “¿Es lo primero en mi lista de prioridades? No. Realmente no lo es”. Señaló la entusiasta respuesta que recibieron sus comentarios sobre Marte en el Congreso, diciendo: “Me sorprendió… Parece haber un gran interés en ello”.

A pesar del interés expresado, los detalles concretos sobre los presupuestos, los plazos y el impacto potencial de la misión en el programa Artemis de la NASA siguen sin estar disponibles. Una misión tripulada a Marte durante la presidencia de Trump es altamente improbable. La próxima ventana de lanzamiento se abre a finales de 2026, e incluso el CEO de SpaceX, Elon Musk, reconoce que, en el mejor de los casos, solo las Starships no tripuladas podrían lanzarse entonces. Una misión tripulada sería posible en 2029, después de que Trump deje el cargo. Una misión humana exitosa a Marte enfrenta numerosos obstáculos tecnológicos, incluyendo el aterrizaje y el reabastecimiento de combustible de vehículos grandes, y garantizar la supervivencia de los astronautas durante misiones prolongadas.

En la comunidad científica están aumentando las preocupaciones sobre posibles recortes presupuestarios drásticos a los programas científicos de la NASA. Un informe sugiere que la Casa Blanca podría proponer reducir a la mitad el presupuesto científico de 7.300 millones de dólares para el año fiscal 2026. Si bien el compromiso de la administración con tales recortes no está claro, el impacto potencial ha alarmado a científicos y defensores. The Planetary Society declaró: “Un colapso tan sustancial de los fondos podría funcionalmente renunciar al liderazgo estadounidense en la exploración espacial científica”. La American Astronomical Society se hizo eco de estas preocupaciones, destacando el impacto devastador en la fuerza laboral científica y la infraestructura de investigación.

En respuesta a estos informes, un funcionario de la NASA los desestimó como especulaciones. Mark Clampin declaró: “Creo que es justo decir, en este momento, que todos los artículos que hablan sobre posibles recortes presupuestarios son solo especulaciones… Todavía no tenemos ninguna orientación, por lo que continuamos haciendo la ciencia que hacemos todos los días en la NASA”. Jared Isaacman, el candidato de Trump para administrador de la NASA, también se refirió a los rumores, afirmando: “No sé nada sobre esos supuestos recortes, pero el Presidente dijo que está apuntando al fraude, el desperdicio y el abuso con un bisturí, no con un hacha. La gente no debería desperdiciar sus energías en rumores y especulaciones”. Sin embargo, Isaacman anteriormente sugirió apoyo para reducir algunos programas científicos, señalando que los esfuerzos de defensa planetaria de la NASA “parecen estar desproporcionadamente infrafinanciados”.