El regulador de las comunicaciones del Reino Unido, Ofcom, ha dicho que los cambios en las etiquetas de clasificación de contenido de Twitch han llevado a un etiquetado más preciso en la plataforma. Los cambios, que se implementaron en 2023, requieren que los creadores de contenido apliquen etiquetas de clasificación de contenido a sus transmisiones para indicar a los espectadores si la transmisión que están a punto de ver contiene ciertos temas para adultos. Las transmisiones ahora deben tener una etiqueta de clasificación de contenido aplicada si contienen temas relacionados con: Juegos con clasificación para adultos; Temas sexuales; Drogas, intoxicación o uso excesivo de tabaco; Representaciones violentas y gráficas; Profanidad o vulgaridad significativas; o Apuestas.

Los streamers que no etiquetan correctamente sus transmisiones son penalizados. Ofcom recopiló y analizó datos de más de 3 millones de transmisiones entre marzo y diciembre de 2023. Su evaluación encontró que la precisión del etiquetado del contenido aumentó sustancialmente después de los cambios en las etiquetas de clasificación del contenido. También vio una disminución en el etiquetado erróneo de las transmisiones como maduras. El análisis de Ofcom encontró que antes de que se implementaran los cambios, menos de la mitad (48%) de las transmisiones de juegos para adultos estaban etiquetadas correctamente, y solo dos tercios (65%) de las transmisiones de apuestas estaban etiquetadas correctamente como maduras. Otras áreas tenían tasas de precisión más altas: temas sexuales (85%), drogas, intoxicación o uso excesivo de tabaco (82%) y representaciones violentas y gráficas (86%), pero ningún género de transmisión fue 100% preciso.

Ofcom encontró que las nuevas reglas no han alterado materialmente el tipo de contenido producido por los creadores, y el número de visitas de transmisiones para adultos no ha cambiado sustancialmente. Mejores protecciones para los niños. Las plataformas de intercambio de videos como Twitch están endureciendo sus reglas para evitar que los menores de 18 años accedan a la pornografía y otros materiales dañinos, según las regulaciones existentes. Esto ocurre antes de una nueva Ley de Seguridad en Línea que aumentará aún más sus responsabilidades.