El Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los EE. UU. ha otorgado a Ursa Major Technologies un contrato de 28,5 millones de dólares para la primera prueba de vuelo de su innovador motor Draper. Este sistema de propulsión de alto rendimiento está específicamente diseñado para aplicaciones de misiles hipersónicos. El contrato, anunciado el 1 de mayo, abarca tanto la demostración de vuelo como la integración del motor en un vehículo de prueba, y se prevé que el proyecto concluya a principios de 2027.
Esta iniciativa impulsa significativamente las capacidades de los EE. UU. en el ámbito de las armas hipersónicas, un área crítica de enfoque para el Pentágono en medio de la creciente competencia con China y Rusia. El motor Draper, desarrollado con fondos de la Fuerza Aérea, cuenta con una notable fuerza de empuje de 4.000 libras. Su ventaja única radica en la utilización de propelentes almacenables no criogénicos –una mezcla de queroseno y peróxido de hidrógeno–, eliminando la necesidad de almacenamiento a temperaturas ultrabajas y los complejos sistemas de refrigeración necesarios en los motores tradicionales basados en oxígeno líquido.
El gran interés del ejército en las capacidades de lanzamiento rápido para misiles interceptores, particularmente los previstos para la arquitectura de defensa antimisiles Golden Dome, impulsa este desarrollo. Este marco, descrito en una orden ejecutiva de enero de la administración Trump, tiene como objetivo crear un escudo antimisiles estadounidense multicapa capaz de contrarrestar amenazas de alta velocidad, incluidos vehículos de planeo hipersónicos y misiles de crucero maniobrables. Estos vehículos, capaces de superar cinco veces la velocidad del sonido y alterar su trayectoria en pleno vuelo, exigen sistemas de propulsión ágiles para aplicaciones tanto ofensivas como defensivas. Ursa Major, con sede en Berthoud, Colorado, completó con éxito las pruebas terrestres del motor Draper en 2024. La empresa, también productora del motor Hadley de 5.000 libras de empuje para vehículos de prueba hipersónicos, destaca como un proveedor independiente de motores de cohetes, a diferencia de sus homólogos en el sector aeroespacial y de defensa de los EE. UU., que a menudo están integrados dentro de contratistas principales más grandes.