Rocket Lab ha recibido un contrato de la Agencia Espacial Europea (ESA) para lanzar dos pequeños satélites diseñados para probar una futura constelación de posicionamiento, navegación y temporización en órbita terrestre baja (LEO-PNT). Esto subraya la continua necesidad de Europa de proveedores de lanzamiento externos, a pesar de las recientes declaraciones sobre la resolución de la "crisis de lanzadores" del continente.
El lanzamiento, programado para no antes de diciembre, utilizará un cohete Electron de Rocket Lab desde su complejo de lanzamiento en Nueva Zelanda. Los dos satélites Pathfinder A, uno de GMV y el otro de Thales Alenia Space, son los componentes iniciales de una constelación prevista de 10 satélites. Se desplegarán en una órbita de 510 kilómetros. La selección de Rocket Lab por parte de la ESA se debió a la necesidad de activar rápidamente su asignación de espectro de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. "Este lanzamiento asegura que los primeros satélites europeos LEO-PNT estén en el espacio antes de la primavera de 2026, lo cual es crucial para poner las frecuencias en uso de acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones", declaró Javier Benedicto, director de navegación de la ESA.
Con un peso de entre 20 y 30 kilogramos cada uno, estas naves espaciales de clase CubeSat se someterán a pruebas de tecnología cruciales y a la utilización del espectro durante al menos seis meses. La dependencia de Rocket Lab, a pesar de las afirmaciones de poner fin a la crisis de lanzadores de Europa, muestra las limitaciones de las opciones de lanzamiento europeas actuales para cargas útiles más pequeñas. Los vehículos de lanzamiento existentes como Ariane 6 y Vega C tienen capacidades de carga útil que superan con creces las necesidades de estos satélites, lo que los hace inadecuados. Si bien las empresas europeas están desarrollando cohetes más pequeños, ninguna ha logrado aún la capacidad de lanzamiento orbital.
"Lanzar una misión europea en Electron que es integral para el futuro del sistema de navegación por satélite de Europa es a la vez un honor y un testimonio de nuestro servicio de lanzamiento líder en la industria", dijo Peter Beck, CEO de Rocket Lab. La misión Pathfinder A será seguida por ocho satélites Pathfinder B más grandes para 2027, aprovechando las lecciones aprendidas. Estos finalmente informarán el desarrollo de una constelación completa LEO-PNT, complementando a Galileo.
El creciente interés en las constelaciones LEO-PNT proviene del deseo de una mayor resistencia contra las interferencias. "Está más cerca de la Tierra, por lo que la señal es más fuerte y, por lo tanto, se necesitaría más potencia para interferirla", explicó Hervé Derrey, CEO de Thales Alenia Space. Él prevé una constelación completa que requiera alrededor de 300 satélites, con financiación que podría obtenerse a través del próximo marco financiero plurianual de la Unión Europea a partir de 2028. Anticipa que la ESA buscará financiación en su conferencia ministerial de noviembre.