ispace, la compañía japonesa, ha determinado que un mal funcionamiento del telémetro láser fue la causa del accidente de su segundo módulo lunar, Resilience, el 5 de junio. Una rueda de prensa el 23 de junio detalló los hallazgos de su investigación. El telémetro láser, crucial para determinar la altitud durante el descenso, experimentó un problema de hardware que le impidió proporcionar datos de altitud oportunos.
El dispositivo estaba diseñado para proporcionar datos desde al menos tres kilómetros sobre la superficie, iniciando la quema final de aterrizaje. Sin embargo, no proporcionó su primera medición hasta que el módulo de aterrizaje estaba por debajo de los 900 metros, viajando ya a 66 metros por segundo, significativamente más rápido que los 44 metros por segundo planeados. La telemetría final, a 192 metros de altitud, indicó una velocidad de descenso de 42 metros por segundo.
Imágenes del Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA ubican el lugar del accidente, aproximadamente 282 metros al sur y 236 metros al este de la ubicación prevista, resultando en un cráter de 16 metros de ancho. Yoshitsugu Hitachi, vicepresidente ejecutivo de ispace, confirmó que se descartaron los sistemas de software y propulsión como factores contribuyentes. La investigación se centró en el telémetro láser, concluyendo que su rendimiento se degradó en comparación con las pruebas previas al vuelo.
Las posibles causas de la degradación incluyen las condiciones de la superficie lunar que afectan la reflexión láser, la reducción de la potencia del láser, la disminución del rendimiento a velocidades más altas o factores ambientales como el vacío o la radiación. “Actualmente no podemos reducirlas más”, declaró Hitachi, “o si la anomalía se debió a un solo factor o a una combinación de múltiples factores”.
Este fallo difiere de su misión de 2023, donde un problema de software causó el accidente. Hitachi señaló que Resilience utilizó un modelo de telémetro láser diferente debido a la falta de disponibilidad del modelo anterior. Ryo Ujiie, director de tecnología de ispace, describió los pasos para mejorar las misiones futuras, incluyendo pruebas mejoradas del telémetro láser y la consideración de sensores alternativos o complementarios como lidar o cámaras. Una nueva junta de revisión externa ayudará en este proceso.
A pesar de este revés, Takeshi Hakamada, CEO de ispace, enfatizó el compromiso de la compañía, afirmando: “Lo tomamos muy en serio… Sin embargo, lo importante es que seguimos intentándolo. Puede haber algunos fallos, pero seguimos mejorando nuestros sistemas.” También confirmó que el cronograma para las misiones 3 y 4 permanece sin cambios, lanzándose en 2027, con un aumento de costo esperado de 1.500 millones de yenes ($10.3 millones) para mejoras.