En la Conferencia Spacepower de la Asociación de la Fuerza Espacial, el 11 de diciembre, el emprendedor y astronauta comercial Jared Isaacman presentó una visión audaz para el liderazgo espacial de EE. UU. Destacó la necesidad crucial de que EE. UU. mantenga su ventaja tecnológica en la carrera espacial global, enfatizando el papel cada vez mayor de la innovación del sector privado. Si bien el presidente electo Donald Trump lo nominó para dirigir la NASA, Isaacman no abordó esta nominación directamente, sino que se centró en el tema más amplio de la competitividad estadounidense en el espacio, advirtiendo contra el riesgo de quedarse atrás de sus rivales globales, especialmente China.

Dirigiéndose a profesionales de la industria militar y de defensa, Isaacman declaró: “Sé que no podemos ser segundos”. Su experiencia incluye comandar la misión Inspiration4, el primer vuelo orbital completamente civil en septiembre de 2021, que recaudó más de $240 millones para el St. Jude Children’s Research Hospital, y liderar la misión Polaris Dawn en septiembre de 2024, logrando hitos como el primer paseo espacial de un astronauta privado y el vuelo a mayor altitud desde la era Apolo.

Isaacman destacó el potencial del emprendimiento espacial, creyendo que estamos entrando en “una era de gran experimentación” con importantes oportunidades económicas. Es el fundador y CEO de Shift4 Payments y cofundador de Draken International, un contratista de defensa. Reflexionando sobre sus antecedentes en la contratación de defensa, aconsejó a las empresas que desarrollen soluciones de forma proactiva, afirmando: “Si hay un problema real, y sabes que si resuelves ese problema, habrá demanda, simplemente inclínate y hazlo. Odio la idea de esperar y no tocar el teclado hasta que obtengas un contrato”.

Isaacman también elogió el papel de la Fuerza Espacial de EE. UU. en la protección de la infraestructura espacial emergente, felicitando a los guardianes por sus contribuciones a la protección de satélites y el seguimiento de desechos. Predijo: “Casi con seguridad habrá alguna economía espacial allá arriba”, imaginando un futuro con presencia lunar y marciana, declarando: “y simplemente vamos a seguir elevando el terreno elevado”.

Si bien el futuro de su programa Polaris sigue siendo incierto, con dos misiones planeadas actualmente en el limbo (“Es un poco una incógnita”, admitió), su mensaje general fue optimista. Instó a la industria a “descifrar el código de algo más que lo que hemos estado haciendo durante un tiempo”, enfatizando que la economía espacial se ha mantenido relativamente estática durante seis décadas. Expresó confianza en el crecimiento de la economía espacial, citando posibles avances en varios sectores. Reconoció el dominio de SpaceX, pero también elogió las contribuciones de Blue Origin y Rocket Lab.