NASA ha anunciado un retraso en la llegada de la nave espacial NG-23 Cygnus a la Estación Espacial Internacional (ISS). El retraso se debe a un problema con un propulsor detectado durante las maniobras de elevación de órbita. El motor principal de la nave espacial se apagó prematuramente durante dos encendidos el 16 de septiembre, lo que impidió su llegada prevista a la ISS el 17 de septiembre.
Ni NASA ni Northrop Grumman, el operador de la nave espacial Cygnus, han ofrecido detalles específicos sobre la naturaleza del fallo del propulsor. Sin embargo, la NASA confirmó que todos los demás sistemas a bordo de la Cygnus funcionan normalmente. La nave espacial Cygnus se lanzó a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 el 14 de septiembre, transportando aproximadamente 5.000 kilogramos de carga. El tránsito previsto a la ISS era un viaje de 60 horas, seguido del agarre y acoplamiento al módulo Unity a través del brazo robótico de la estación.
Esta misión marca el viaje inaugural de la variante más grande Cygnus XL. Esta versión mejorada cuenta con un módulo de carga presurizado más largo, lo que resulta en un aumento del 33% en la capacidad de carga en comparación con su predecesora. Northrop Grumman ha informado que no se han realizado modificaciones al módulo de servicio de la nave espacial, que alberga el propulsor principal, los sistemas de energía y otros subsistemas esenciales. Este incidente no es el primer caso de problemas con los propulsores que afectan a una misión Cygnus. La misión NG-21 Cygnus, lanzada en agosto de 2024, experimentó un problema similar: un fallo inicial en el encendido para la elevación de órbita atribuido a un problema de "entrada tardía en la secuencia de encendido", acompañado de presiones ligeramente bajas dentro del propulsor principal. A pesar de estas complicaciones, la misión NG-21 llegó con éxito a la ISS sin retrasos.