La Parker Solar Probe de la NASA está funcionando excepcionalmente bien durante su aproximación más cercana al Sol esta semana. El 24 de diciembre, a las 6:53 a.m., hora del este, alcanzó una distancia de 6,1 millones de kilómetros de la superficie del Sol, la más cercana que cualquier nave espacial ha llegado jamás. En este punto, su velocidad alcanzó la asombrosa cifra de 191 kilómetros por segundo.
Lanzada en 2018, la sonda utilizó una serie de asistencias gravitatorias de Venus para disminuir gradualmente su perihelio (punto más cercano al Sol). El último sobrevuelo de Venus, el 6 de noviembre, la posicionó para este perihelio récord, el más cercano que estará del Sol durante su misión.
“En la Nochebuena de este año, la Parker Solar Probe será el objeto hecho por el hombre más cercano a una estrella”, declaró Nour Rawafi, científica del proyecto para la misión en el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins, durante una rueda de prensa el 10 de diciembre. “Estaremos abrazando una estrella.”
Si bien estará fuera de contacto durante el sobrevuelo, se espera una señal de baliza el 27 de diciembre, confirmando su paso exitoso. La telemetría seguirá a principios de enero, y los datos científicos llegarán a finales de mes.
El sistema de protección térmica de la nave espacial está superando las expectativas. Betsy Congdon, ingeniera principal del sistema de protección térmica en APL, explicó: “Esperamos temperaturas más bajas de las que diseñamos y para las que hicimos las pruebas. Nos preparamos demasiado”. Este éxito se atribuye a los márgenes de diseño y al inesperado blanqueamiento del material del escudo térmico a altas temperaturas, lo que mejora su rendimiento.
Otros sistemas, incluidos los paneles solares, también están superando las predicciones, mostrando menos degradación de la anticipada. Rawafi destacó el estado general de la nave espacial, afirmando: “El sistema está muy sano y puede llegar mucho más lejos de lo que habíamos planeado.”
La misión está proporcionando datos cruciales sobre el viento solar y la corona, incluidas las eyecciones de masa coronal. Esta información es invaluable para comprender nuestro Sol y otras estrellas. Nicholeen Viall, científica espacial del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, enfatizó la importancia de la sonda: “Parker es la clave porque está muy cerca.”
Se planean dos aproximaciones más cercanas para 2025. Se está buscando financiación para extender la misión más allá de 2026, aprovechando la capacidad de la nave espacial para mantener su órbita con un consumo mínimo de combustible. Rawafi confirmó: “La nave espacial puede permanecer allí durante mucho, mucho tiempo.”