Varda Space Industries ha recibido un sustancial contrato de 48 millones de dólares del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE. UU. (AFRL). Este contrato se centra en las pruebas de cargas militares utilizando las innovadoras cápsulas de reentrada de la compañía.

Varda Space, una compañía con sede en California, se especializa en la fabricación espacial. Han desarrollado una nave espacial única, una fábrica en órbita: un satélite compacto de 120 kilogramos diseñado para producir materiales valiosos como productos farmacéuticos en la microgravedad del espacio. Estos materiales luego regresan de forma segura a la Tierra dentro de una cápsula que incorpora materiales avanzados de protección térmica desarrollados por la NASA para una reentrada segura.

El acuerdo de cuatro años con AFRL, publicado el 26 de noviembre, utiliza las cápsulas de reentrada de la serie W de Varda como plataformas para probar cargas a velocidades hipersónicas. Estas naves espaciales están construidas utilizando el bus de satélite Photon de Rocket Lab.

Una colaboración clave involucró a la NASA Ames, que proporcionó el material de protección térmica, conocido como C-PICA (Conformal Phenolic Impregnated Carbon Ablator).

Varda demostró con éxito su tecnología en febrero de 2024, cuando su nave espacial W-1 produjo y devolvió un lote de ritonavir, un fármaco antirretroviral. La cápsula reingresó a la atmósfera a una increíble velocidad de 18,000 millas por hora antes de aterrizar con precisión mediante paracaídas.

El contrato de AFRL subraya el creciente interés militar en los vehículos de reentrada para diversas aplicaciones, incluidas las pruebas hipersónicas. Las velocidades hipersónicas presentan considerables desafíos de ingeniería, particularmente en lo que respecta a la protección térmica, la navegación y el rendimiento de los sensores.

El uso de cápsulas de reentrada comerciales proporciona a la Fuerza Aérea un entorno operativo práctico para probar subsistemas de vehículos en condiciones de vuelo reales. Este enfoque resulta más rentable que los vuelos de prueba hipersónicos tradicionales, que a menudo dependen de aviones experimentales especializados y costosos.

Este nuevo contrato se basa en las colaboraciones anteriores de Varda con la Fuerza Aérea. En 2023, la compañía recibió fondos para adaptar sus cápsulas para pruebas hipersónicas.

La próxima misión de Varda, W-2, está prevista para principios de 2025. Esta misión mostrará el vehículo de prueba hipersónica de Varda. La cápsula transportará una carga útil de espectrómetro desarrollada por AFRL llamada OSPREE (Optical Sensing of Plasmas in the Reentry Environment) para recopilar datos vitales durante el descenso atmosférico.