Lynker Space está colaborando con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) para proporcionar pronósticos del clima espacial más accesibles. Estos pronósticos estarán diseñados específicamente para operadores de redes eléctricas y otros elementos cruciales de la infraestructura estadounidense.
Este anuncio coincide con el próximo lanzamiento por parte de la NASA de dos misiones de heliofísica y un observatorio de clima espacial de la NOAA. Estas misiones, que se lanzarán en un cohete SpaceX Falcon 9, tienen como objetivo mejorar significativamente el detalle y la precisión de las observaciones del clima espacial.
Scott McIntosh, vicepresidente de operaciones espaciales de Lynker, explicó que un desafío clave ha sido traducir los complejos pronósticos del clima espacial en información fácilmente comprensible para los operadores de infraestructura. Declaró por correo electrónico a SpaceNews que, en el pasado, el problema para los operadores de infraestructura terrestre ha sido comprender los pronósticos del clima espacial, que tienden a ser altamente técnicos y llenos de jerga.
Lynker, después de comprender las necesidades de estos operadores, trabajará junto con el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA para crear alertas y advertencias específicas para cada sector. Se programó una prueba de este sistema mejorado para el próximo verano. McIntosh enfatizó la importancia de este trabajo, afirmando: “El clima espacial no es una amenaza abstracta; es un desafío operativo diario para las industrias que sustentan nuestra sociedad moderna. El objetivo es transformar los pronósticos del clima espacial de escalas técnicas difíciles de interpretar en evaluaciones de riesgo claras y personalizadas que los operadores puedan implementar más fácilmente.”
El reciente ciclo solar, que alcanzó su punto máximo a finales del año pasado, puso de manifiesto la vulnerabilidad de varios sectores, incluida la gestión del tráfico espacial, la agricultura de precisión y la aviación, a las tormentas geomagnéticas. McIntosh señaló que la actividad geomagnética en las estaciones terrestres suele alcanzar su punto máximo un par de años después del máximo solar.
La colaboración de Lynker con la NOAA incorporará las recomendaciones de la encuesta de 2024 del Grupo Asesor de Clima Espacial de la Casa Blanca. Los pronósticos futuros se personalizarán para varios sectores, incluidos los operadores de redes eléctricas, la aviación, los vuelos espaciales humanos, la gestión del tráfico espacial, la gestión de emergencias y los clientes que dependen del GPS.