El Papa Leo XIV pronunció un enérgico discurso ante los participantes de la Conferencia de la Asociación Internacional MINDS el jueves, centrándose en el papel crucial de los medios de comunicación. Destacó lo que denominó una situación preocupante en la producción y el consumo de noticias y aconsejó enérgicamente a la industria de los medios de comunicación que se mantuviera firme frente a las presiones comerciales que socavan la integridad periodística.

Hablando desde la Sala Clementina en el Vaticano, el Papa presentó el periodismo de calidad como “un bien público que todos debemos proteger” y advirtió contra lo que denominó la “práctica degradante del llamado clickbait”, que, en su opinión, corrompe la comunicación. Leo XIV señaló un desafío clave dentro del panorama mediático actual, explicando que, a pesar de vivir en lo que llamó “la era de la comunicación”, tanto los medios de noticias como sus audiencias se enfrentan a dificultades cada vez mayores. “Quienes consumen información también están en crisis, a menudo confundiendo lo falso con lo verdadero y lo auténtico con lo artificial”, afirmó.

Según el Papa, esta situación significa que “nadie hoy puede decir: ‘No lo sabía’”, lo que responsabiliza tanto a los creadores como a los usuarios de la información a ser más exigentes con el contenido de los medios de comunicación con el que interactúan. El discurso honró a los reporteros que trabajan en entornos peligrosos, mencionando que muchos han perdido la vida cubriendo conflictos. “Si hoy sabemos lo que está sucediendo en Gaza, Ucrania y todas las demás tierras ensangrentadas por las bombas, se lo debemos en gran medida a ellos”, dijo Leo XIV.

También reiteró su llamamiento a la liberación de los periodistas que han sido encarcelados por su trabajo, una petición que hizo inicialmente tras su elección. “Hacer el trabajo de periodista nunca puede considerarse un delito, sino que es un derecho que debe protegerse”, declaró. El Papa describió el libre acceso a la información como “un pilar que sostiene el edificio de nuestras sociedades” y subrayó la necesidad de defenderlo.

Refiriéndose a declaraciones anteriores del Papa Francis, Leo XIV reconoció los problemas estructurales con los que están lidiando las organizaciones de noticias. Citó el discurso de Francis de enero de 2025, que pedía “empresarios valientes, ingenieros de la información valientes, para que la belleza de la comunicación no se corrompa”. Ampliando esta idea, el actual Papa señaló que las agencias de noticias deben equilibrar “la sostenibilidad económica de la empresa con la protección del derecho a una información precisa y equilibrada”, principios que, según admitió, “desafortunadamente no siempre se comparten” dentro de la industria.

Reconoció las presiones únicas a las que se enfrentan los periodistas de las agencias, que deben “escribir rápidamente, bajo presión, incluso en situaciones muy complejas y dramáticas”, describiendo su papel como exigente “competencia, coraje y sentido de la ética”. Leo XIV también expresó su preocupación por el creciente impacto de los sistemas automatizados en la distribución de información. “Los algoritmos generan contenido y datos a una escala y velocidad nunca antes vistas. ¿Pero quién los controla?”, preguntó. Además, cuestionó el papel de la inteligencia artificial, preguntando “¿quién la dirige y con qué fines?”.

El Papa advirtió contra permitir que la tecnología “reemplace a los seres humanos” y enfatizó que “la información y los algoritmos que la gobiernan hoy no están en manos de unos pocos”. El discurso concluyó con una referencia a la teórica política Hannah Arendt, citando su observación de “Los orígenes del totalitarismo” de que el régimen totalitario florece entre “personas para quienes la distinción entre hecho y ficción y la distinción entre verdadero y falso ya no existen”. Leo XIV presentó a los periodistas como “una barrera contra aquellos que, a través del antiguo arte de la mentira, buscan crear divisiones para gobernar dividiendo” y como “un baluarte de civilidad contra las arenas movedizas de la aproximación y la posverdad”. Abogó por la transparencia de las fuentes y la propiedad, la rendición de cuentas, la calidad y la objetividad como medios para “restaurar el papel de los ciudadanos como protagonistas en el sistema”. El Papa concluyó con un poderoso aliento: “¡Nunca vendan su autoridad!”