En un movimiento para modernizar el Pentágono y acelerar la integración de nuevas tecnologías, el Secretario de Defensa Pete Hegseth presentó el 7 de noviembre un plan integral para revisar los marcos de adquisición y regulatorios del Departamento de Defensa. Dirigiéndose a líderes de la industria en el National War College, Hegseth enfatizó la necesidad de alejarse de la dependencia de sistemas construidos a medida por contratistas de defensa tradicionales y adoptar soluciones disponibles comercialmente.

Se espera que las propuestas de Hegseth sean bien recibidas por las empresas comerciales de tecnología espacial y de defensa que buscan procesos de adquisición más rápidos y más oportunidades para ofrecer soluciones listas para usar al ejército. "La industria de defensa se beneficia financieramente de nuestra cultura atrasada, los sobrecostos, las enormes carteras de pedidos", declaró Hegseth. "Nuestro ejército y nuestros contribuyentes necesitan una base industrial de defensa con la que puedan contar para escalar con urgencia en una crisis, no una que se contente con esperar el dinero antes de tomar medidas urgentes". Instó a los principales contratistas de defensa a priorizar la velocidad y el volumen, y a invertir su propio capital para lograr estos objetivos.

Inspirándose en un discurso de 2001 del ex Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, Hegseth destacó los persistentes desafíos burocráticos que obstaculizan la innovación. Hegseth señaló que el sistema "prioriza el proceso y el papeleo sobre las necesidades urgentes y cambiantes de las fuerzas en el campo". Afirmó que las reformas están diseñadas para "alinear mejor la burocracia de defensa con las realidades de la guerra moderna". El nuevo enfoque priorizará "productos y ofertas comerciales... [como] la política predeterminada".

Este cambio podría crear nuevas oportunidades para las empresas comerciales de tecnología y espacio, que han luchado por penetrar en el mercado de defensa bajo las regulaciones existentes. "Aprovecharemos a más de las empresas innovadoras de Estados Unidos para que centren sus talentos y sus tecnologías en nuestros problemas de seguridad nacional más difíciles", afirmó Hegseth, prometiendo a las empresas una demanda más predecible y contratos más grandes y prolongados para sistemas probados.

Hegseth ha encargado al Subsecretario de Defensa para Adquisición y Sostenimiento, Michael Duffey, y al Subsecretario para Investigación e Ingeniería, Emil Michael, que encabecen la implementación. Los cambios planificados incluyen empoderar a los gerentes de programa para "dirigir los resultados del programa, mover dinero y ajustar rápidamente la prioridad del rendimiento requerido para cumplir a tiempo y por debajo del presupuesto". Los funcionarios ejecutivos del programa serán redesignados como "ejecutivos de adquisición de cartera", cada uno con la autoridad para "actuar sin pasar por meses o incluso años de cadenas de aprobación".

En el aspecto regulatorio, Hegseth pretende "eliminar las regulaciones y los requisitos de información excesivos y onerosos, las normas de contabilidad, las pruebas excesivas, la supervisión, los estudios y análisis excesivamente largos. Todo lo que ralentice innecesariamente los contratos gubernamentales será eliminado". Estos ajustes tienen como objetivo alejar al Pentágono del "sistema actual dominado por los contratistas principales, definido por la competencia limitada, el bloqueo de proveedores, los contratos de costo más... a un futuro impulsado por un espacio de proveedores dinámico que acelere la producción".

Hegseth enfatizó que su agenda de reforma se basa en esfuerzos anteriores, incluidas las órdenes ejecutivas del Presidente Donald Trump que promueven el uso de tecnología comercial. También reconoció el apoyo del Congreso, como la Ley SPEED de la Cámara de Representantes y la Ley FORGED del Senado. Además, Hegseth reiteró el plan para eliminar el Sistema de Integración y Desarrollo de Capacidades Conjuntas (Joint Capabilities Integration and Development System, JCIDS), calificándolo de "lento e inflado y desconectado de la realidad". Advirtió que los adversarios de Estados Unidos están desarrollando rápidamente nuevas capacidades, lo que exige un sistema de defensa más ágil y receptivo.