Redwire, una compañía de infraestructura espacial, ha anunciado una adquisición significativa, comprando al fabricante de drones Edge Autonomy por la considerable suma de $925 millones. Este movimiento estratégico marca un cambio importante para Redwire, impulsándola a una posición de liderazgo dentro del sector de la tecnología de defensa. La transacción, divulgada el 20 de enero, implica una estructura de pago de $150 millones en efectivo y $775 millones en acciones. Edge Autonomy, con sede en California, es un desarrollador prominente de sistemas de aeronaves militares no tripuladas, con su tecnología notablemente desplegada en apoyo de las fuerzas ucranianas que luchan contra Rusia.
Se anticipa que la adquisición se finalizará en el segundo trimestre de 2025, dependiendo de las aprobaciones de los accionistas y los organismos reguladores. Después de la adquisición, Edge Autonomy y sus subsidiarias operarán bajo el paraguas de Redwire como entidades de propiedad absoluta. Peter Cannito, presidente y CEO de Redwire, enfatizó el valor estratégico de esta fusión en una posterior llamada con analistas. Destacó el posicionamiento de la adquisición de Redwire para capitalizar el creciente mercado de la guerra autónoma, impulsado por la tecnología de drones y la inteligencia artificial.
Esta fusión es notable por su escala e implicaciones estratégicas. Expande significativamente el alcance de Redwire en el mercado de defensa, pronosticando unos ingresos anuales combinados que superan los $500 millones. Los ingresos de las empresas individuales durante los 12 meses anteriores fueron de $298 millones para Redwire y $222 millones para Edge Autonomy. Ambas compañías comparten un inversor común, AE Industrial Partners, que fundó Redwire en 2020.
Cannito proyecta que aproximadamente la mitad de los ingresos de la entidad combinada provendrá de contratos de defensa estadounidenses e internacionales, y la parte restante de proyectos espaciales comerciales y civiles. Citó perspectivas de crecimiento internacional prometedoras, especialmente en Europa, donde Edge Autonomy ha logrado un éxito considerable. Sin embargo, reconoció las incertidumbres inherentes que rodean el conflicto en curso en Ucrania y su posible impacto en las proyecciones para 2025. La adquisición se alinea con los planes anteriores de Redwire para reforzar sus ofertas de defensa, tras el establecimiento de una instalación de seguridad nacional en Chantilly, Virginia, el año pasado.
Edge Autonomy, fundada en San Luis Obispo, California, emplea a más de 600 personas y mantiene operaciones en seis ubicaciones en los EE. UU., Canadá y Europa. Su UAS “Penguin” se ha incluido en los recientes paquetes de ayuda militar de EE. UU. a Ucrania. La tecnología de drones de la compañía incorpora computación perimetral e IA, lo que permite el procesamiento de datos en tiempo real, la navegación autónoma y las capacidades de enjambre colaborativo. Los expertos atribuyen estas características a una toma de decisiones más rápida y a una mayor conciencia del campo de batalla.
Un aspecto clave de esta fusión es la sinergia entre los drones tácticos de Edge Autonomy y los “drones orbitales” de Redwire, diseñados para la órbita terrestre muy baja. El objetivo es una red unificada de plataformas autónomas que abarcan desde tierra hasta el espacio. “A medida que las plataformas espaciales y aéreas convergen en una red integrada de sistemas autónomos y colaborativos, Redwire estará en posición de proporcionar soluciones integrales para operaciones multidominio”, afirmó Cannito.