La Fuerza Espacial de EE. UU. ha adjudicado a Blue Origin un contrato de 78,2 millones de dólares destinado a ampliar significativamente las capacidades de procesamiento de satélites en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. Este acuerdo estratégico de tres años, anunciado oficialmente el 7 de octubre, se obtuvo a través de una competencia de "Commercial Solutions Opening" (CSO). El CSO es un método de adquisición empleado por el gobierno para fomentar la innovación del sector privado y compartir los costes del proyecto con socios comerciales.
Según los funcionarios, el desarrollo de una infraestructura terrestre sólida en el puerto espacial más activo del país es crucial para mantener el ritmo de la creciente demanda de servicios de lanzamiento. El contrato de Blue Origin representa el segundo premio CSO de este año centrado en mejorar el procesamiento de satélites. En abril, la filial Astrotech Space Operations de Lockheed Martin recibió un contrato de 77,5 millones de dólares para realizar mejoras similares en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California.
"Este segundo premio CSO refleja nuestro compromiso continuo de satisfacer tanto los requisitos de seguridad nacional como los de lanzamiento comercial", declaró el Col. Dan Highlander, director de integración de operaciones en la dirección de Acceso Asegurado al Espacio (Assured Access to Space directorate) del Space Systems Command (SSC). "La asociación público-privada detrás de la nueva capacidad nos permite compartir los costes con la industria comercial para nuestro beneficio mutuo".
El ritmo de lanzamientos desde el puerto espacial de Florida ha aumentado en los últimos años y se prevé que siga creciendo, según los ejecutivos de la industria. Si bien el rango y las plataformas de lanzamiento pueden acomodar más vuelos, las instalaciones donde se preparan los satélites para el vuelo han tenido dificultades para mantenerse al día. Estos entornos especializados de sala limpia son donde las cargas útiles se someten a pruebas finales cruciales, el abastecimiento de combustible y los procesos de integración antes de ser encapsuladas sobre los cohetes. Los funcionarios han identificado estas instalaciones como un cuello de botella importante.
El desafío se ve agravado aún más por la creciente popularidad de las misiones de viaje compartido de SpaceX, donde numerosos pequeños satélites de varias organizaciones comparten un solo cohete. Cada carga útil requiere medidas de seguridad específicas, procedimientos de manejo y cronogramas de prueba, lo que ejerce una presión significativa sobre la capacidad limitada de la sala limpia. Blue Origin, fundada por Jeff Bezos, está expandiendo continuamente su presencia en la Costa Espacial de Florida. La compañía opera el Launch Complex 36 en Cabo Cañaveral, donde se están realizando los preparativos para el segundo lanzamiento de su cohete de carga pesada New Glenn. La instalación incluye un edificio de integración sustancial y áreas de procesamiento diseñadas tanto para cohetes como para cargas útiles.
"Estamos orgullosos de trabajar con el U.S. Space Force Space Systems Command para construir una nueva instalación de procesamiento de carga útil que respalde a múltiples proveedores de vehículos de lanzamiento en la Costa Espacial de Florida", dijo Blue Origin en un comunicado. "Esta asociación mejorará las capacidades de Blue Origin para operar de manera más eficiente y ampliar nuestra capacidad para respaldar una mayor cadencia de lanzamiento para satisfacer las necesidades de los clientes".