Boeing y NASA están avanzando en la resolución de los problemas del vuelo de prueba de la nave espacial CST-100 Starliner, según un panel de seguridad independiente de la NASA. Sin embargo, persisten desafíos significativos con los propulsores de la nave espacial. Paul Hill, del Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial (ASAP), informó sobre el estado de la investigación en una reunión del 30 de enero.

La misión de prueba de vuelo tripulado (CFT) de Starliner, lanzada en junio con los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, regresó sin tripulación debido a problemas de rendimiento de los propulsores. Hill señaló un "progreso significativo" en el tratamiento de las actividades posteriores al vuelo, pero enfatizó que persisten problemas de propulsores no resueltos, incluidos los apagones durante la aproximación y las fugas de helio. Afirmó que "el programa anticipa que las anomalías del sistema de propulsión permanecerán abiertas, a la espera de las campañas de prueba en curso".

Si bien el ASAP expresó su satisfacción con el enfoque de Boeing y la NASA, centrándose en los problemas centrales para un regreso seguro al vuelo, los detalles siguen siendo limitados. El panel no abordó el momento ni la configuración de la próxima misión Starliner, que la NASA sugirió previamente que podría ocurrir en 2025. Boeing anticipa cargos financieros adicionales relacionados con Starliner en el cuarto trimestre de 2024.

Mark Nappi, ex gerente del programa Starliner, ahora asesor principal del programa, sugirió revisar los requisitos del programa para mejorar la eficiencia de costos y programación en el futuro. “Creo que volveríamos a revisar esos requisitos y los haríamos más eficientes”, declaró. La investigación continúa desarrollándose, y los próximos pasos son cruciales para el futuro del programa Starliner y su papel en las misiones espaciales tripuladas.