La Agencia Espacial Europea (ESA) está avanzando en sus planes para la fase inicial de un innovador sistema de satélites de observación de la Tierra que atenderá tanto a aplicaciones civiles como militares. Tras una reunión del Consejo de la ESA el 12 de junio, el Director General de la ESA, Josef Aschbacher, anunció la aprobación por parte del consejo de una “resolución habilitadora” para el programa European Resilience from Space (ERS). “Este es un documento legal que formalmente es una solicitud de los estados miembros para que preparemos el programa con todos los documentos legales”, explicó. Esta resolución allana el camino para que los estados miembros se comprometan formalmente y financien el programa en la conferencia ministerial de la ESA prevista para finales de noviembre.

El objetivo principal de ERS será el desarrollo de un sistema de satélites capaz de proporcionar imágenes frecuentes de alta resolución. Este sistema, denominado Earth Observation Government Service (EOGS), es una prioridad máxima para la Comisión Europea. Aschbacher confirmó el mes pasado que la ESA colaborará con la comisión en este esfuerzo. Si bien el costo exacto aún está por determinarse, Aschbacher estimó que la primera fase de la ESA, que incluye satélites de imágenes ópticas y de radar con procesamiento a bordo y un segmento terrestre, costará alrededor de mil millones de euros (1.160 millones de dólares). Indicó además que el paquete de programas general de la ESA para la conferencia ministerial tiene actualmente un costo estimado de 23.000 millones de euros. “Este es el nivel de tamaño que estamos discutiendo con los estados miembros en este momento”, afirmó. “Esto es, como con todas nuestras propuestas de programas, en evolución, por lo que las cifras pueden ser diferentes en octubre, pueden ser diferentes en noviembre.”

EOGS, un término utilizado actualmente por la Comisión, está sujeto a cambios. Se integrará en un “sistema de sistemas” más grande, que incluye un nuevo sistema de posicionamiento, navegación y temporización (PNT) de órbita terrestre baja y la constelación de conectividad segura IRIS². La reunión del Consejo de la ESA también incluyó una presentación de Andrius Kubilius, Comisario Europeo de Defensa y Espacio. En sus comentarios preparados, Kubilius destacó la necesidad de capacidades de imágenes para todo tipo de clima con una resolución temporal de 30 minutos, una mejora significativa con respecto a las imágenes diarias que proporcionan los sistemas europeos actuales. Anunció la intención de la comisión de publicar un “Documento de requisitos de usuario de alto nivel” para este otoño, que detalla las especificaciones de EOGS. Este documento, enfatizó, servirá como un “mandato político para la ESA” para el desarrollo del sistema.

Kubilius destacó la sólida colaboración entre la comisión y la ESA en la planificación de este sistema. “Tengo una excelente cooperación con el Director General de la ESA. Hemos creado un grupo de trabajo conjunto. Nuestros equipos trabajan estrechamente para que podamos optimizar los recursos y vincular las iniciativas.” Aschbacher se hizo eco de este sentimiento, trazando paralelismos con el establecimiento de Copernicus hace dos décadas. “Veo muchos paralelismos que surgen ahora para asegurar que se pueda trabajar entre estas dos instituciones de una buena manera”, señaló. “Si hay voluntad, hay un camino, y si ambas partes están comprometidas, entonces podemos hacerlo funcionar con todas las complicaciones que surjan en el camino.”

Un desafío significativo es la disparidad entre las membresías de la ESA y la UE. Esto podría crear complejidades a medida que la UE adopta una postura más asertiva en materia de defensa. El discurso de Kubilius subrayó la necesidad de Europa de fortalecer sus capacidades de defensa, incluidos los sistemas espaciales, en respuesta a las amenazas rusas y los cambios percibidos en el enfoque de los EE. UU. Renato Krpoun, jefe de la Oficina Espacial Suiza y presidente del Consejo de la ESA, subrayó la importancia de la cooperación ESA-Comisión Europea y la urgencia de este nuevo programa. “Por supuesto, el diablo está en los detalles”, agregó. “Pero creo que, como los estados miembros han demostrado en el pasado, siempre encuentran compromisos en interés de Europa.”