La Comisión Europea se ha posicionado a favor de la emisora pública finlandesa, Yle, en una disputa sobre su financiación estatal. Esta decisión sigue a una queja presentada por Sanoma Media Finland, una importante empresa de medios de comunicación, alegando que las operaciones de Yle constituían una ayuda estatal injusta.

Sanoma Media Finland, editor de Helsingin Sanomat, argumentó que el modelo de financiación de Yle proporcionaba una ventaja injusta en los mercados de contenido digital y educativo, lo que podría violar las normas de competencia de la UE. Su queja se dirigió específicamente a Yle Areena, el servicio de streaming de Yle, y a su producción de contenido educativo.

Después de una investigación exhaustiva, la Comisión Europea determinó que la financiación de Yle se ajusta a la normativa de la UE sobre ayudas estatales. La Comisión no encontró evidencia de distorsión de la competencia ni de infracciones del derecho de la UE, confirmando que la legislación finlandesa existente es adecuada.

La Comisión enfatizó que la financiación de Yle está justificada por sus obligaciones de servicio público. La normativa de la UE permite el apoyo estatal a las emisoras públicas siempre que se utilice para cumplir con mandatos de servicio público claramente definidos. El gobierno finlandés apoyó a Yle, haciendo hincapié en las funciones de servicio público de Yle Areena y su programación educativa, incluido el papel crucial durante la pandemia de Covid-19.

Si bien Sanoma Media Finland aún no ha respondido, el fallo supone un revés significativo. Yle celebró la decisión, reafirmando su dedicación a proporcionar contenido de alta calidad y destacando la importancia de los medios de servicio público. El caso subraya las tensiones existentes entre los medios públicos y comerciales, particularmente en la esfera digital. La decisión de la Comisión podría sentar un precedente para casos similares en el futuro.