La iniciativa Golden Dome, un proyecto ideado por el Presidente Trump, se enfrenta a importantes obstáculos. Altos líderes de la Fuerza Espacial de EE. UU. han confirmado que el ambicioso plan de defensa antimisiles se encuentra en sus primeras etapas de planificación, y los pasos siguientes estarán guiados por la Casa Blanca. Las estimaciones de costos iniciales son consideradas drásticamente bajas por el General Chance Saltzman, jefe de operaciones espaciales, quien declaró el 15 de mayo en un evento de Politico: “Todavía estamos en la planificación inicial, tratando de pensarlo a alto nivel.”

El General Saltzman destacó la complejidad sin precedentes del programa, explicando: “No se compra Golden Dome. Se orquesta un programa que incluye muchos programas que hay que unir de maneras muy técnicas.” Expresó escepticismo sobre las estimaciones de costos, afirmando: “He estado 34 años en este negocio, y nunca he visto una estimación inicial que fuera demasiado alta.” Advirtió sobre posibles aumentos de costos debido a la naturaleza compleja del programa y la falta de un mercado que impulse la reducción de costos.

El senador Tim Sheehy (R-Mont.) ofreció una predicción mucho más alarmante, sugiriendo en una conferencia industrial de Washington Times que el costo final podría alcanzar “billones de dólares”. El Teniente General Shawn Bratton, jefe adjunto de operaciones de la Fuerza Espacial, indicó que se obtendría una imagen más clara de los costos con la solicitud de presupuesto del Pentágono para el año fiscal 2026. Reconoció que las asignaciones presupuestarias iniciales estaban incompletas, afirmando: “¿Hicimos todo bien? Ciertamente no.”

Un elemento crucial de Golden Dome implica interceptores espaciales. El Teniente General Bratton identificó esto como un gran obstáculo tecnológico, describiéndolo como algo “realmente difícil de hacer… y lo vamos a hacer o lo vamos a resolver.” Actualmente, un proyecto de ley de gastos republicano incluye aproximadamente 25 000 millones de dólares para la iniciativa, lo que aumenta las preocupaciones sobre el costo general y las implicaciones estratégicas del proyecto.

Existe oposición entre los legisladores demócratas. El senador Mark Kelly (D-Ariz.) expresó sus preocupaciones en el evento de Politico, afirmando: “Golden Dome altera el concepto de disuasión, y no estamos seguros de que vaya a funcionar.” Expertos de la industria, como el Teniente General retirado Chris Bogdan, advierten que los procesos tradicionales de adquisición del Pentágono podrían obstaculizar el proyecto. Declaró: “Puedo garantizarles absolutamente que si el Departamento de Defensa intenta hacer esto utilizando las 5000 regulaciones y políticas y el proceso JCIDS, fracasará.”

El concepto propuesto de “Enjambres Brillantes” de Booz Allen Hamilton, que implica una red de satélites con inteligencia artificial, es una solución potencial. Bogdan explicó en una entrevista con SpaceNews que esto abordaría las lagunas en los sistemas de defensa antimisiles existentes. “La clave de Golden Dome es tomar el sistema de defensa antimisiles terrestre actual y llenar las lagunas con nuevos sistemas”, dijo. La velocidad de desarrollo es crítica, y Bogdan enfatizó que cualquier solución debe demostrar capacidades en un plazo de tres a cuatro años.