La segunda misión lunar de ispace, Resilience, fracasó el 5 de junio al estrellarse durante su intento de alunizaje en la región Mare Frigoris de la Luna. La hora de alunizaje prevista era las 3:17 p.m. hora del este. El módulo de aterrizaje tenía previsto funcionar durante aproximadamente dos semanas, alimentado por energía solar.

Las etapas iniciales del alunizaje parecieron desarrollarse según lo previsto. Sin embargo, los datos de telemetría mostraron que Resilience impactó la superficie aproximadamente 1 minuto y 45 segundos antes de lo previsto, a una velocidad excesiva de 187 kilómetros por hora. Posteriormente se perdió la telemetría, lo que llevó a ispace a concluir que se había producido un aterrizaje forzoso.

“El telémetro láser utilizado para medir la distancia a la superficie lunar experimentó retrasos en la obtención de valores de medición válidos. Como resultado, el módulo de aterrizaje no pudo decelerar lo suficiente para alcanzar la velocidad requerida para el alunizaje planificado”, explicó ispace en un comunicado. Esto contrastó con la causa del fracaso de la primera misión de la empresa, atribuida a un fallo de software.

“Hay diferentes fenómenos que estamos observando, por lo que tenemos que analizar la causa raíz con más detalle”, dijo Ryo Ujiie, director de tecnología de ispace. Destacó el diferente diseño del telémetro láser en Resilience en comparación con la misión anterior, debido a cambios de proveedor.

A pesar del revés, ispace mantiene su compromiso con futuras misiones lunares. Su filial estadounidense está desarrollando Apex 1.0 para una misión CLPS de la NASA (Misión 3), cuyo lanzamiento está previsto para 2027. Un módulo de aterrizaje independiente, Series 3, está en desarrollo en Japón para la Misión 4, también prevista para 2027, con el apoyo de una importante subvención gubernamental. Takeshi Hakamada, fundador y CEO de ispace, enfatizó la dificultad, pero no la imposibilidad, de los alunizajes, citando los éxitos de empresas estadounidenses y la JAXA.

“Lo más importante es averiguar la causa del segundo fallo”, afirmó Hakamada. “Tenemos que usar eso para que la Misión 3 y la Misión 4 sean un éxito”. El impacto del fracaso de Resilience en estas futuras misiones está por verse, pero ispace mantiene su compromiso y ventaja competitiva en el mercado de los alunizajes. Jumpei Nozaki, director financiero, señaló el limitado número de empresas capaces de desarrollar tales módulos de aterrizaje y la significativa demanda de sus servicios.