Un año después del problemático vuelo de prueba tripulado de la CST-100 Starliner de Boeing, la NASA sigue sin tener claro cuál será la próxima misión de la nave espacial, lo que indica posibles problemas para el futuro del vehículo. Una declaración del 6 de junio confirmó que la NASA está evaluando las opciones para un vuelo de Starliner, provisionalmente programado para principios de 2026, dejando abierta la cuestión de si será tripulado o no tripulado. "La NASA está evaluando la fecha más temprana posible para un vuelo de Starliner a la Estación Espacial Internacional a principios de 2026, a la espera de la certificación del sistema y la resolución de los problemas técnicos de Starliner", declaró la agencia. "La agencia todavía está evaluando si el próximo vuelo de Starliner será en configuración de tripulación o de carga".

Esta incertidumbre se produce un año después de que Starliner atracara con la ISS durante la misión de prueba de vuelo tripulado (CFT), un atraque que se logró a pesar de múltiples fallos en los propulsores que inicialmente pusieron en peligro una llegada segura. Estos problemas con los propulsores, agravados por fugas de helio en vuelo, dieron lugar a la decisión de la NASA en agosto de 2024 de devolver Starliner sin tripulación, lo que obligó a las astronautas Suni Williams y Butch Wilmore a prolongar su estancia en la estación hasta su regreso en marzo a bordo de una Crew Dragon. La declaración actual de la NASA refleja su anuncio de marzo. Steve Stich, director del programa de tripulación comercial de la NASA, explicó la intención de la agencia de realizar un vuelo de prueba, con o sin astronautas, para validar las modificaciones de Starliner, seguido de la misión de rotación de tripulación Starliner-1. Indicó en una declaración del 27 de marzo que era improbable que el vuelo de prueba se realizara antes de finales de 2025 debido a la apretada agenda de la ISS. La NASA también proyectó que las revisiones de los problemas de los propulsores se extenderían durante todo el año, dadas las pruebas previstas para el verano. "Es probable que el próximo vuelo de Starliner tenga lugar a finales de este año calendario o principios del próximo", dijo Stich.

En abril, el Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial de la NASA reveló que la decisión sobre el estado de la tripulación de la próxima misión de Starliner seguía pendiente, dependiendo de los resultados de las pruebas de los propulsores. La reciente declaración de la NASA reconoce el entrenamiento de los astronautas para una misión posterior a la certificación, pero aclara que aún no se ha asignado una tripulación completa de Starliner-1. "Los astronautas de la NASA están entrenando para una misión de Starliner posterior a la certificación, mientras la agencia continúa revisando sus planes futuros y ejecutando campañas de pruebas durante la primavera y el verano. Sin embargo, la agencia aún no ha asignado una tripulación completa de Starliner-1 para un entrenamiento específico", decía la declaración. La dependencia de la NASA de SpaceX durante cinco años para el transporte de tripulaciones subraya la importancia de contar con dos vehículos de tripulación comercial operativos para redundancia, un punto destacado por la breve amenaza del CEO de SpaceX, Elon Musk, de "desmantelar" Dragon en junio de 2025 durante una disputa con el presidente Trump (amenaza que se retractó rápidamente). Este incidente, aunque potencialmente poco serio, puso de manifiesto la dependencia de la NASA de SpaceX.

Sin embargo, las limitaciones presupuestarias podrían poner en peligro a Starliner. La propuesta de presupuesto de la agencia para el año fiscal 2026, publicada el 30 de mayo, incluye recortes de aproximadamente el 25% en los presupuestos de operación y transporte de la ISS. "El presupuesto limitará los cambios futuros en los vehículos y podría afectar a la capacidad de la NASA para mantener dos proveedores de transporte de tripulaciones", señala el documento presupuestario. Boeing, que se enfrenta a 2.000 millones de dólares en cargos por el programa, ha guardado silencio sobre el futuro de Starliner, lo que alimenta las especulaciones del sector sobre una posible retirada. Los ejecutivos de Boeing han estado notablemente ausentes de las reuniones informativas de la NASA desde la conclusión de la misión CFT. En una entrevista con Aviation Week el 29 de mayo, Kelly Ortberg, CEO de Boeing, insinuó que los desafíos de Starliner afectaron negativamente a la cartera espacial más amplia de la empresa. "Creo que algunos de los desafíos que hemos tenido con Starliner han eclipsado nuestra cartera espacial", comentó, contrastando Starliner con los proyectos espaciales de seguridad nacional. Sugirió que el futuro de Starliner, junto con otras iniciativas espaciales de Boeing, depende de las próximas decisiones presupuestarias del Congreso. "Creo que el espacio tripulado, el negocio comercial y el de la NASA dependerán de hacia dónde se dirija el presupuesto y de lo que el país quiera invertir en esos programas".