Tras un bombardeo en junio de la planta de enriquecimiento de combustible nuclear de Fordow en Irán por parte de las fuerzas armadas de EE. UU., Orbital Sidekick (OSK) utilizó sus sensores hiperespectrales para descubrir nuevos detalles significativos sobre el alcance de los daños. La constelación de satélites de observación hiperespectral global (GHOSt) de OSK identificó una estructura subterránea rectangular, lo que sugiere “el posible colapso o daño de la instalación subterránea”, como se detalla en un documento técnico de OSK.

El análisis de las imágenes también reveló la firma espectral del hormigón cerca de los puntos de penetración de las bombas sospechosas. “La capacidad de detectar e identificar estructuras dañadas o liberaciones químicas desde un satélite a 500 kilómetros de distancia proporciona una ventaja crucial”, explicó Dan Katz, CEO y cofundador de OSK, en un correo electrónico a SpaceNews. Destacó que las restricciones del espacio aéreo hacen que los métodos tradicionales de recopilación de datos, como el uso de aviones o drones, sean excepcionalmente difíciles, lo que convierte a los sensores espaciales en “la única opción viable” para este tipo de “recopilación de inteligencia crítica”.

Si bien los sensores hiperespectrales se han promocionado durante mucho tiempo para su uso en agricultura, minería y monitoreo del uso de la tierra, este caso destaca el potencial para la evaluación de daños. Como señaló Katz: “En el caso de Fordow Mountain, OSK ha revelado un componente estructural simétrico, posiblemente como resultado del daño causado por el ataque de EE. UU., que no se había observado previamente en imágenes electro-ópticas estándar”.

De cara al futuro, Katz prevé aplicaciones más amplias para las imágenes hiperespectrales en la detección de “derrames o liberaciones químicas no planificadas o involuntarias que resultan de daños en áreas de almacenamiento o tuberías causados por intervenciones humanas o fenómenos naturales como terremotos o huracanes”. Dio ejemplos como “detectar e identificar petróleo en el agua o la arena debido a la rotura de tanques de petróleo o combustible después de un desastre natural”, u “observar el alcance de un derrame de fertilizantes” después de un descarrilamiento de tren.

Las evaluaciones iniciales después del bombardeo del 22 de junio se basaron en imágenes electro-ópticas de Maxar, que mostraban posibles puntos de entrada de bombas y material gris, que se presume que es hormigón. El análisis más detallado de OSK identificó tres tipos distintos de hormigón de construcción dentro de ese material gris. El documento técnico de OSK concluye que la empresa está “activamente involucrada en proyectos similares dentro de las comunidades de Defensa e Inteligencia, así como en las industrias minera y energética, aprovechando nuestra tecnología para abordar desafíos complejos desde la exploración de recursos hasta el monitoreo ambiental”.