El gobierno polaco, bajo el liderazgo del Primer Ministro Donald Tusk, está tomando medidas decisivas para evitar la adquisición de las principales cadenas de televisión polacas por parte de entidades rusas. Esta decisión se produce tras la preocupación por los intentos de Rusia de influir en las democracias europeas y manipular los procesos políticos.
La directiva prevista, que se adoptará esta semana, introducirá regulaciones más estrictas para los cambios de propiedad en medios de comunicación clave. Esto requerirá la aprobación del gobierno antes de que se pueda finalizar cualquier venta o transferencia de propiedad.
Uno de los principales objetivos de esta medida es TVN, una destacada cadena de televisión propiedad de Warner Bros Discovery, que, según se informa, está a la venta. Otra cadena importante, Polsat, una emisora comercial actualmente envuelta en una disputa familiar sobre su propiedad por parte del multimillonario Zygmunt Solorz, también se incluirá en la lista de empresas estratégicas que requieren supervisión gubernamental.
“Queremos proteger a nuestros países y a la Unión Europea contra la interferencia en los procesos electorales o los intentos de apoderarse o interferir en el trabajo de nuestros medios de comunicación”, declaró Tusk a los periodistas. Esto subraya el compromiso del gobierno de salvaguardar el panorama mediático de Polonia de las amenazas externas.