La reciente adquisición por parte de Rocket Lab de Geost, un proveedor de cargas útiles satelitales, por 275 millones de dólares, significa su ambiciosa apuesta por asegurar una parte significativa del mercado de satélites militares de EE. UU. El CEO Peter Beck confirmó esta estrategia agresiva en una entrevista reciente, insinuando futuras adquisiciones. La compañía, anteriormente centrada en el lanzamiento de pequeños satélites, se está rebautizando como un "proveedor principal disruptivo y no tradicional", un contratista de defensa de servicio completo.
¿Su ventaja competitiva? Agilidad, integración vertical y una velocidad de fabricación sin precedentes. Beck enfatiza el compromiso de la empresa de satisfacer las demandas del gobierno de EE. UU. de implementaciones rentables y frecuentes: "Queremos asegurarnos de estar posicionados exactamente como lo que el gobierno de EE. UU. está pidiendo", declaró Beck, "y eso es, un nuevo proveedor principal disruptivo que pueda implementar a un costo y con una frecuencia que aún no se ha logrado".
Esta estrategia de adquisiciones estratégicas comenzó en 2020, con Rocket Lab adquiriendo cinco empresas, cada una de las cuales contribuye con elementos esenciales a la cadena de suministro de satélites. Estas incluyen Sinclair Interplanetary (hardware satelital), Advanced Solutions Inc. (software y sistemas de guiado), Planetary Systems Corp. (sistemas de separación de satélites) y SolAero Holdings (paneles solares de grado espacial). Además, Rocket Lab está en proceso de adquirir Mynaric, una empresa alemana especializada en terminales de comunicaciones ópticas cruciales para enlaces láser de satélite a satélite.
La adquisición de Mynaric, impulsada por la selección por parte de Rocket Lab de los terminales de Mynaric para sus satélites en un contrato de la Agencia de Desarrollo Espacial de EE. UU. (SDA) por 515 millones de dólares, destaca su enfoque estratégico. Beck explicó: "Elegimos a Mynaric como nuestro terminal óptico en nuestro programa SDA porque creíamos que era el mejor. Era el terminal más ligero y con el mejor rendimiento". Al abordar los desafíos de fabricación anteriores de Mynaric, Beck añadió con confianza: "Eso es algo en lo que somos realmente buenos".
Si bien Rocket Lab no controla toda la cadena de suministro, ahora posee una "gran mayoría de los artículos de alto riesgo que han causado problemas en el pasado", según Beck. El próximo objetivo de adquisición, impulsado por especulaciones, puede estar en el ámbito de la propulsión de satélites. Beck se mantuvo hermético, simplemente declarando: "Estén atentos".
Beck considera que el mercado de defensa está listo para la disrupción, citando las constelaciones de satélites de órbita terrestre baja de la SDA y las iniciativas de defensa antimisiles como Golden Dome como evidencia de la creciente demanda de implementaciones más rápidas y económicas. Él sostiene: "Estos programas suelen estar dominados por los grandes proveedores principales de defensa", y enfatiza que "la forma en que hemos construido este tipo de cosas en el pasado no funcionará en el futuro".
A pesar de esta estrategia de integración vertical, Rocket Lab tiene la intención de continuar suministrando componentes a otros contratistas, asegurando la venta continua de cargas útiles de Geost y terminales de Mynaric. Sin embargo, el objetivo final sigue siendo la capacidad de entregar sistemas satelitales completos, desde el diseño y la fabricación hasta la integración y el lanzamiento, bajo un solo paraguas. Al concluir el acuerdo con Geost, Beck declaró: "Esta no será nuestra última adquisición. Continuaremos construyendo la escala y la capacidad de la empresa. Las oportunidades en seguridad nacional son extremadamente grandes. Por lo tanto, queremos asegurarnos de poder participar en esas grandes oportunidades. Y esto nos da un buen punto de apoyo para poder hacerlo".