Las tensiones aumentaron entre el Presidente Trump y Elon Musk el 5 de junio, culminando en amenazas de cancelar contratos de SpaceX y desmantelar naves espaciales. El conflicto, principalmente en redes sociales, comenzó con las críticas de Musk a un proyecto de ley de reconciliación presupuestaria apoyado por Trump. Esto ocurrió poco después de que Musk dejara su puesto como “empleado especial del gobierno” supervisando el Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca.
Trump publicó en Truth Social: “La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro Presupuesto, miles de millones y miles de millones de dólares, es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”. Musk, interpretando esto como una amenaza a SpaceX, respondió en X aproximadamente 90 minutos después: “A la luz de la declaración del Presidente sobre la cancelación de mis contratos gubernamentales, @SpaceX comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon inmediatamente”. No dio más detalles sobre el “desmantelamiento” de Dragon.
Este intercambio generó preocupación sobre el impacto potencial en la NASA y el Departamento de Defensa, que dependen en gran medida de SpaceX para los servicios de lanzamiento. SpaceX actualmente tiene el monopolio del transporte de tripulación a la Estación Espacial Internacional, excluyendo la Soyuz de Rusia. Además, SpaceX tiene el contrato para desarrollar el Vehículo de Desorbitación de EE. UU. Musk reveló previamente que SpaceX proyecta ingresos de $15.5 mil millones para 2025, con $1.1 mil millones solo de contratos de la NASA, aunque no se detallaron los contratos de defensa.
Una fuente de la industria, hablando bajo condición de anonimato, describió el intercambio como “fanfarronería”, citando la dependencia del gobierno federal de SpaceX. Aproximadamente cinco horas después de su amenaza inicial, Musk retractó su declaración, respondiendo al consejo de un usuario de “calmarse”, escribiendo: “Buen consejo… De acuerdo, no desmantelaremos Dragon”.
La NASA mantuvo una postura neutral, y la secretaria de prensa Bethany Stevens declaró: “La NASA continuará ejecutando la visión del Presidente para el futuro del espacio. Continuaremos trabajando con nuestros socios de la industria para asegurar que se cumplan los objetivos del Presidente en el espacio”.
El conflicto eclipsó el anuncio anterior de Trump sobre la retirada de la nominación de Jared Isaacman como administrador de la NASA. Trump declaró: “Musk quería, y con razón, recomendar a alguien que supongo que conocía muy bien —estoy seguro de que lo respetaba— para dirigir la NASA, y no creí que fuera apropiado… Ganamos. Obtenemos ciertos privilegios y uno de los privilegios es que no tenemos que nombrar a un demócrata”. Añadió que el General Dan Caine seleccionaría un reemplazo.