La Fuerza Aérea de los EE. UU. está preparando una revisión de impacto ambiental para un proyecto logístico militar innovador. El plan implica la construcción de dos plataformas de aterrizaje en Johnston Island, un atolón remoto en el Océano Pacífico. Estas plataformas facilitarán la reentrada de vehículos bajo el programa Rocket Cargo de la Fuerza Aérea, una iniciativa ambiciosa encabezada por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL).
Un aviso en el Registro Federal del 3 de marzo anunciará formalmente la intención de preparar una evaluación ambiental. Esta evaluación evaluará a fondo las consecuencias ambientales de la construcción y operación de las plataformas de aterrizaje. La evaluación anticipa hasta 10 aterrizajes de vehículos de reentrada anuales durante cuatro años. Esta fase de prueba servirá para demostrar y refinar las capacidades del programa Rocket Cargo, previendo la entrega de suministros críticos a nivel mundial en cuestión de horas.
La revisión ambiental incluirá la colaboración con varias agencias federales, incluyendo la Administración Federal de Aviación (FAA), el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EE. UU. y el Sistema Nacional de Refugios de Vida Silvestre. Esta colaboración es esencial, considerando el estatus del atolón como parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre de las Islas Remotas del Pacífico. Se espera un borrador de evaluación en abril, seguido de un período de comentarios públicos de 30 días que permitirá a las partes interesadas ofrecer sus opiniones.
La Fuerza Aérea seleccionó Johnston Atoll después de considerar varios lugares remotos controlados por el gobierno. Fue el único sitio que cumplía con todos los criterios operativos: lejanía, seguridad, control de EE. UU., accesibilidad por aire o mar, y capacidad para apoyar la remoción de vehículos de reentrada. Estos requisitos se alinean con los Requisitos de Licencias de Lanzamiento y Reentrada de la FAA, priorizando la seguridad pública a través de zonas de aterrizaje aisladas.
Johnston Atoll, ubicado aproximadamente a 700 millas náuticas al suroeste de Hawai, tiene una importante historia militar. Desde la década de 1930, sirvió como centro para diversas actividades, incluyendo pruebas nucleares. Descomisionado en 2004, fue transferido al Sistema Nacional de Refugios de Vida Silvestre, aunque aún quedan restos de su infraestructura militar.
El programa Rocket Cargo significa un avance sustancial en la logística militar, utilizando el sector espacial comercial para reducir drásticamente los tiempos de entrega. El AFRL busca lograr la entrega el mismo día utilizando vehículos espaciales, como cápsulas de reentrada lanzadas desde cohetes en vuelo, a diferencia de los métodos de transporte aéreo tradicionales que pueden tardar días.
Empresas como Inversion Space, Outpost, Sierra Space y Varda Space están desarrollando estas cápsulas. Proveedores de lanzamientos como SpaceX, Rocket Lab y Blue Origin tienen contratos con la Fuerza Aérea para demostrar estas capacidades. El escenario previsto implica el lanzamiento de un cohete a la órbita, liberando un vehículo de reentrada cargado de carga, que luego se desliza de regreso a la Tierra, aterrizando con precisión en Johnston Island. Pendiente de la aprobación ambiental, la Fuerza Aérea planea comenzar las pruebas este año.