El testimonio ante el Comité de Comercio del Senado puso de manifiesto el aumento de las preocupaciones sobre las ambiciones lunares de los Estados Unidos y la inminente amenaza de que China la supere en la carrera espacial. El ex administrador de la NASA, Jim Bridenstine, expresó una gran aprensión, afirmando que la dependencia de la NASA de la Starship de SpaceX para las misiones Artemis hace que un alunizaje antes que China sea "altamente improbable".

Bridenstine hizo hincapié en la complejidad de la arquitectura actual de alunizaje, señalando la dependencia de numerosos lanzamientos de cisternas Starship para establecer un depósito de propelente en la órbita terrestre baja. Criticó la selección de Starship por parte de la NASA a principios de 2021, sugiriendo que la decisión fue errónea y se tomó en circunstancias desfavorables debido a la ausencia de un administrador de la NASA confirmado en ese momento. "Esta es una arquitectura que ningún administrador de la NASA que yo conozca habría seleccionado si hubiera tenido otra opción", declaró.

Si bien la Starship de SpaceX ofrece un costo menor en comparación con sus competidores Blue Origin y Dynetics, las preocupaciones de Bridenstine destacan los posibles riesgos asociados con esta elección. La decisión, confirmada por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental y el Tribunal de Reclamaciones Federales de EE. UU., sigue siendo un punto de controversia. La senadora Maria Cantwell expresó su preocupación por el plan Artemis en general, abogando por una atención continua a múltiples módulos de alunizaje.

Aumentando aún más las preocupaciones, testigos como Allen Cutler, presidente de la Coalición para la Exploración del Espacio Profundo, destacaron los avances de China en la tecnología de módulos de alunizaje lunares y la posibilidad de que EE. UU. ceda el dominio lunar. Mike Gold de Redwire destacó el riesgo de una reducción del tamaño de la tripulación en la Estación Espacial Internacional debido a los recortes presupuestarios propuestos, lo que podría obstaculizar la investigación biomédica crucial y cambiar las ventajas a favor de China.

La audiencia subrayó un sentimiento generalizado de que el programa espacial de China está progresando implacablemente, sin verse afectado por los reveses. Bill Nye, director ejecutivo de The Planetary Society, atribuyó gran parte del retraso percibido de EE. UU. a los recortes presupuestarios propuestos que afectan a la NASA. Advirtió que el éxito lunar de China sería un duro golpe para el prestigio de EE. UU. Los inesperados cambios en la lista de testigos de la audiencia pusieron aún más de manifiesto las tensiones existentes.

El senador Ted Cruz, haciendo hincapié en la importancia de la financiación continua para el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y Orión, advirtió contra los cambios disruptivos en la arquitectura de la NASA. La inclusión de fondos para el SLS y Orión en el proyecto de ley de reconciliación presupuestaria refleja el apoyo del Congreso a estos programas y el deseo de mantener el liderazgo espacial de EE. UU.