El operador de satélites israelí ha soportado 18 meses desgarradores. En noviembre de 2015, el satélite Amos-5 de la compañía cayó. En septiembre de 2016, el satélite Amos-6 fue destruido en una explosión catastrófica de la etapa superior de un cohete Falcon-9 durante pruebas terrestres fallidas. Esta explosión no solo impactó la pérdida de ingresos de la compañía; también descarriló una posible venta de la compañía a inversores chinos.

Spacecom ha arrendado AsiaSat-8 durante cuatro años para compensar la pérdida de Amos-6, y puede ejercer una opción de arrendamiento de cinco años si es necesario. Al vender servicios de comunicaciones por satélite, la empresa se refiere a AsiaSat-8 como Amos-7. El próximo satélite para reemplazar el Amos-6 destruido será Amos-8; su lanzamiento está programado para principios de 2020, si la empresa puede recaudar suficientes fondos.

El CEO de Spacecom, David Pollack, dijo que la explosión de septiembre "golpeó duramente a la compañía". En una entrevista con Space Intel Report, admitió que la pérdida del satélite descarriló un acuerdo con Facebook.

Pollack dijo que la construcción del satélite Amos-17 está en curso en cooperación con Boeing. Actualmente se está discutiendo quién lanzará el satélite a la órbita: el lanzamiento de Amos-17 está programado para principios de 2019.