Los satélites experimentales chinos Shijian-21 y Shijian-25 han concluido sus aparentes pruebas de reabastecimiento en órbita, separándose en la órbita geoestacionaria después de meses de estar acoplados. Estas pruebas, llevadas a cabo con una divulgación pública mínima, han despertado interés y cierta preocupación dentro de la comunidad espacial internacional.

Los dos satélites participaron en operaciones de encuentro y proximidad durante la primera mitad del año, culminando en un aparente acoplamiento alrededor de finales de junio o principios de julio. Los análisis de seguimiento de satélites indicaron que el par se volvió prácticamente indistinguible de las observaciones terrestres en este momento, lo que sugiere el inicio de las pruebas de reabastecimiento planificadas. Después de esto, los satélites acoplados realizaron maniobras de cambio de plano orbital intensivas en combustible, reduciendo su inclinación orbital.

El 29 de noviembre, S2a systems, una empresa suiza especializada en vigilancia óptica del espacio, observó la separación de los dos satélites en órbita geoestacionaria, cerca del cinturón geoestacionario (GEO) a una altitud de 35.786 km. Las órbitas de los satélites ahora están inclinadas 4,6 grados con respecto a GEO. Esta separación podría indicar la finalización exitosa de una operación de reabastecimiento potencialmente la primera en el mundo en GEO.

A pesar de la evidencia, ni las autoridades espaciales de China ni el fabricante de los satélites han publicado ninguna declaración oficial sobre la misión desde el lanzamiento del Shijian-25 en enero. La falta de transparencia en torno a la misión genera preocupación. Si bien el servicio en órbita tiene aplicaciones civiles, la capacidad de encontrarse, acoplarse y manipular objetos en GEO conlleva inherentemente implicaciones militares, especialmente considerando la presencia de satélites de comunicaciones, monitoreo del clima, teledetección y alerta temprana de misiles en GEO.

Un mayor monitoreo de las actividades de los satélites, especialmente del más antiguo Shijian-21, y cualquier cambio en sus órbitas podría proporcionar información valiosa sobre el éxito de las aparentes operaciones de prueba de reabastecimiento. Una prueba exitosa avanzaría significativamente las capacidades espaciales de China. El servicio en órbita, que abarca el reabastecimiento de combustible, el ajuste de la órbita y el reposicionamiento, ofrece un medio para extender la vida útil o reutilizar naves espaciales estratégicas, como los satélites de comunicaciones.

Las evaluaciones de Integrity ISR en agosto notaron que los cambios de plano orbital colocaron a SJ-21 y SJ-25 en una inclinación similar a la de otros satélites GEO chinos, incluidos TJS-11 y TJS-19. Estos satélites de demostración de tecnología fueron desarrollados por la Shanghai Academy of Spaceflight Technology (SAST), la misma institución responsable del desarrollo de SJ-21 y SJ-25. Yaogan-41, un satélite militar de teledetección óptica, y Shijian-23, otro satélite experimental desarrollado por SAST, también ocupan órbitas similares, lo que podría servir como futuros objetivos para pruebas de RPO y reabastecimiento.

Otros observadores han destacado que la inclinación de Shijian-21 y Shijian-25 coincide estrechamente con la de algunos satélites estadounidenses, lo que sugiere la posibilidad de futuros acercamientos. Esto plantea la perspectiva de una mayor actividad de "gato y ratón" en GEO que involucre a satélites chinos, estadounidenses y rusos.

Según SAST, Shijian-25, lanzado en enero, fue diseñado para probar el reabastecimiento en órbita y las tecnologías de extensión de la misión en GEO. Shijian-21, lanzado en octubre de 2021, notablemente remolcó un satélite de navegación Beidou-2 G2 fuera de servicio a una órbita cementerio por encima de GEO como su misión principal.

Las capacidades de servicio y reabastecimiento en órbita tienen el potencial de reducir los costos, mejorar la sostenibilidad de las operaciones espaciales y minimizar los desechos. El Ejército Popular de Liberación también está desarrollando tecnología y herramientas de capacitación para el reabastecimiento de satélites en órbita tanto para escenarios de tiempo de paz como de guerra.